JUEGOS OLÍMPICOS | BASQUET

Argentina transpira ante Japón por tres cuartos pero hizo los deberes y está en cuartos de final

La Selección Argentina de Básquet no convenció, pero hizo los deberes ante el local Japón y está en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio.

La Selección Argentina de básquet logró la clasificación a cuartos de final, tras vencer Japón por 97-77 y finalmente por diferencia de puntos, favorable al conjunto nacional, fue más que suficiente para ser el mejor tercero en fase de grupos. Sin embargo, en el juego sigue en el debe y necesitará afinar el lápiz para pasar un cruce de cuartos de final que pintará muy duro para el conjunto de Sergio Hernández.

Argentina desde temprano empezó a imponer condiciones a un equipo japonés que se notaba como de los más débiles en el torneo. El oficio de Facu Campazzo, la experiencia de Scola y el tiro exterior, ausente en partidos anteriores, hicieron su presentación en el momento en que el conjunto de Sergio Hernández más necesitaba.

Así las cosas, Japón intentó con la figura de Hachimura, pero se notaba la baja calidad técnica y la pobre toma de decisión de los nipones, en el que la Argentina solo con sus lagunas, que debe mejorar de cara a lo que viene, permitían alguna arremetida local. Durante el segundo cuarto, la ventaja máxima fue de 40-26. Justamente, una de esos desenfoques, ilusionó a los locales que terminaron 8 abajo al entretiempo, con un 46-38 para Argentina.

El tercer cuarto fue parejo. Por momentos, Japón coqueteaba con bajar la diferencia a un dígito, lo que forzaba a Sergio Hernández a reordenar su tropa pidiendo minutos. Delia con su rebote ofensivo tras los tiros forzados y algunas malas decisiones en ataque, daban a la Argentina segundas y terceras intenciones ante un Japón que carecía de poder ofensivo pero que aún así, se mantenía en partido tras tres cuartos (ARG 65-53).

Argentina necesitó en el último cuarto de las apariciones del legendario Scola (23 puntos, 10 rebotes) y Campazzo para terminar de liquidar el partido por marcador final de 97-77. La selección mostró luces y sombras en un partido donde se vio un rival inferior, pero que el conjunto nacional no terminó de capitalizar para llevarse un resultado aún más abultado si el conjunto de Hernández tuviese la forma del 2019, que se percibe aún lejos.

Ahora Argentina deberá esperar el sorteo entre Australia o Francia para ver su cruce de cuartos de final de la noche del lunes/madrugada del martes, donde sin márgen para equivocaciones, deberá minimizar sus lagunas en ataque y defensa durante los cuarenta minutos, si pretende volver a pelear por medallas en Tokio. La Argentina sigue con vida y será rival de preocupación para cualquiera, pero depende de sí misma para ser amenaza y no espectador como contra Eslovenia y España.