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JUEGOS OLÍMPICOS | NATACIÓN

Nico García, 19 años: un octavo puesto con sabor a medalla

El espaldista no logró meterse en carrera y acabó último. "Mi entrenador me dijo si estaba loco por meterme en la final", dijo. Doblete de Rylov.

Nico García.
Jesús Rubio

"Me llamó mi entrenador y me dijo si estaba loco por haberme metido en la final", dice Nico García, que en junio cumplió 19 años y que ya es finalista y diploma olímpico. En una natación escasa de nadadores con cuajo internacional, la llegada de este espaldista madrileño que jugó a baloncesto hasta que un técnico le vio nadar y le descubrió habilidades es un soplo de aire fresco. Y una bendición para el futuro: "Esta final me da mucha confianza para París 2024". Fue octavo, no podía aspirar a mucho más.

Nico compartió dos minutos de charla con los finalistas en la cámara de salidas, entre ellos el podio cantado de estos 200 espalda. Eugeny Rylov, dominador en los 100 y que ahora se apunta el 200 con récord olímpico (1:53.27), el estadounidense Ryan Murphy, plata con 1:54.15, y el británico Luke Greenbanck, con 1:54.72. El espaldista español, que pertenece al Gredos San Diego, no quedó "impresionado" por el escenario, incluso le benefició "que no hubiera público, quizás es mejor para los novatos como yo".

Pero Nico no logró meterse en carrera. Salió en el primer 50 una décima más lento que en la semifinal. Por la calle 2, vio como Murphy se alejaba, y la carrera era un mano a mano con polaco Radoslaw Kawecki por la calle 1. Mal aliado si para aspirar a unas medallas que eran imposibles. La medalla de Nico era ya meterse en la final. Perdió ritmo y el estilo y acabó con una marca discreta 1:59.06, a segundo y medio del séptimo, que estuvo cerca de las habituales marcas del espaldista.

Si hubiera repetido el registro de las semifinales, su 1:56.35, Nico García habría finalizado esta final en sexta posición. "Ahora quiero nadar el Campeonato de España que es la próxima semana y luego ver a mis amigos", dijo con la naturalidad de un chico de 19 años aún por formarse como nadador. Al lado de Murphy o Rylov, Nico es un peso pluma. Le queda mucha mejora. Y esa es la esperanza para soñar con que en París la natación española puede tener un espaldista capaz de pelear, esta vez sí, esa medalla que tanto se resiste.

África Zamorano.
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África Zamorano.Jesús Rubio.

Zamorano, fuera de la final de los 200 espalda

La última bala individual de la delegación española para meterse en la final era África Zamorano. La espaldista, medallista en el Mundial júnior de 2015, esperaba derribar por fin ese muro del récord de España que posee Duane da Rocha con 2:09.13 desde 2014. Y de lograr hubiera obtenido esa plaza en la final que tanto ansía. Pero la nadadora del CN Sant Andreu fue decimotercera con 2:10.45.