Así es por dentro el espectacular estadio olímpico de Tokio
El diseño de Kengo Kuma está en el mismo lugar que el Japan National Stadium de 1964. Con capacidad para 68.000 espectadores, aunque no habrá público.
El estadio olímpico de los Juegos de Tokio 2020 se presenta al mundo este 23 de julio con la ceremonia de apertura, con apenas 1.000 personas, pero con todas las televisiones del mundo apuntando a la capital japonesa. Expectación en las calles exteriores del público nipón. Vacío y sólo prensa y ejecutivos olímpicos en las gradas.
El recitando, conocido como Japan National Stadium, se encuentra en el mismo lugar que el de Tokio 1964. Fue demolido el antiguo en 2015 y en diciembre de 2016 comenzó una obra que ha durado exactamente tres años. Está situado en el conocido distrito de Shinjuku de la capital nipona, justo en la frontera con Shibuya, otro distrito mítico. En el corazón de Tokio, en lo que se denomina la zona del legado (The Heritage).
Tiene capacidad para 68.000 espectadores, y eran ampliables a 80.000 durante los Juegos. Pero, evidentemente, al no haber público en las gradas, no será así.
Tiene una superficie de 72.400 metros cuadrados y mide 47 metros de altura. El diseño es del arquitecto local Kengo Kuma y, aunque es una construcción supermoderna, hecha en cinco plantas, cuida lo tradicional. Se han llevado sobre 2.000 metros cúbicos de madera de cedro, gran parte de la prefectura de Tohoku, afectada por el tsunami de 2011, El uso de madera es una especie de homenaje al templo Horyuji, un icono japonés.
Kengo Kuma visitó los Juegos de aquel 1964 con su padre y quedó maravillado, aunque bien él no iba a ser el arquitecto inicial de la construcción, sino Zaha Hadid. Finalmente se le cedió al entusiasta Kuma.
Una de las grandes inquietudes eran el calor y la humedad de la capital durante los Juegos. Se han instalado repartidos estratégicamente 185 ventiladores y ocho máquinas de frío. La cubierta está hecha para dejar entrar el viento y enfriar el estadio en el que se esperan temperaturas cercanas a los 35 grados y humedad de hasta el 80%. Tal vez por la ausencia del público, no se active toda la maquinaria disponible.