Pareja de aspirantes
Fran Garrigós (-60 kg) y Ana Pérez Box (-52) ganaron medallas en los recientes Mundiales y son novios. El madrileño comienza a competir este sábado.
El judo español recogió en el pasado Mundial de Budapest, con cuatro medallas, la mejor cosecha de su historia, y anunció que quiere ser protagonista en Tokio. Los dos bronces fueron para Fran Garrigós en -60 kg y Julia Figueroa (-48). Los dos comienzan a competir en la madrugada del viernes al sábado (desde las 04:00, finales el sábado a las 10:00).
Garrigós, madrileño de Móstoles de 26 años, es uno de los tres judocas entrenados en Brunete por Quino Ruiz que compiten en Tokio junto a Niko Sherazadishvili (bicampeón mundial en -90 kg) y Cristina Cabañas (-63).
"Tener a Quino es un lujo, porque está atento a todo, y con Niko hemos hecho el camino juntos porque llegamos al gimnasio los dos hace diez años", recuerda Garrigós, que en 2021 también se ha proclamado campeón europeo.
En Tokio su felicidad podría ser doble, porque también compite su novia, la alicantina afincada en Valencia Ana Pérez Box, que se colgó una plata en los Mundiales (-52 kg). "Al final es un sueño estar aquí juntos, y llevarnos dos medallas sería la guinda", sonríe. Viajarían con ellos al Caribe, donde el descanso les espera.
"Estoy mejor que nunca, porque soy un año mejor. Al no estar permitido el contacto durante la pandemia, trabajé mucho el físico y creo que he mejorado bastante", avisa. Desde Ernesto Pérez Lobo en Atlanta, hace 21 años, ningún judoca masculino sube a un podio olímpico. Ya toca. Maestro del Sode-guruma-jime, una estrangulación, a Garrigós le gusta acabar sus combates sobre el tatami. En el histórico Budokan saldrá a la caza. De la medalla.