La guía de Mayu para poder entender a los japoneses
La entrenadora de la sincronizada española, nacida en Osaka, explica seis tradiciones japonesas para conocer mejor el país.
Probablemente no haya nadie mejor que la seleccionadora de natación artística, Mayuko Fujiki, para explicar la cultura japonesa, aquella con la que se debe familiarizar la delegación española desde la próxima semana. Nacida en Osaka en 1975, su padre fue nadador, especialista en 100 mariposa, pero no logró participar en los Juegos. Mayu mamó deporte desde la cuna. Su madre practicó natación artística y después fue jueza en las grandes competiciones. Ese espíritu viajero impregnó a Mayu, medallista en Atlanta 1996 con sus padres en la grada, después entrenadora en Estados Unidos, España, Canadá o China. Mayu nos explica algunas de las tradiciones japonesas con una serie de vídeos en as.com.
Caligrafía. La preparación de la tinta es más importante que la propia escritura: “Sin una buena puesta a punto, no se puede escribir” dice Mayu, que lo compara con el deporte: “Sin un buen entrenamiento, no te saldrá una buena competición”. La caligrafía japonesa requiere una gran perfección del manejo del pincel. Cada kanji (carácter) debe tener un tamaño específico. Los niños la estudian en el colegio en una asignatura.
Abecedario. “Es una de las cosas que más cuesta cuando aprendí inglés o español. Allí no existe la A, la B...”. El sistema de escritura japonés no tiene letras, sino que es silábico o ideográfico. Mediante la representación de conceptos se fabrican frases que cobran un sentido. ”Por ejemplo, un árbol y una persona significan descanso. O si escribes la grafía de un río ya se entiende que quieres decir algo relacionado con el agua”. Mayu es consciente de la dificultad: “Es imposible aprendérselo todo”, dice totalmente convencida.
Ceremonia del té. “Es una tradición de 500 años, que procede de los samuráis”, explica Mayu, quien apunta que la taza es esencial y debe estar relacionada con la persona que consume el té, debe aportarle un mensaje.” Todo tiene que estar muy organizado, la ceremonia puede durar unos 30 minutos y el objetivo es purificar el alma”, comenta. El anfitrión debe encargarse de que los invitados puedan sentirse a gusto.
La comida. Mientras en el resto de países se come en mesa sentado en una silla, en Japón el hecho de utilizar el tatami ha condicionado todo. “Nosotros tenemos que sujetar el bol con un mano y comer con la otra, por eso el recipiente es muy importante. Debes sentirte muy cómoda en el tacto”, comentó Mayu. Otro de los aspectos clave, al margen de los tradicionales palitos, es tener los alimentos por separado y bien organizados. “Así sabemos lo que comemos en cada momento”.
Origami. Esta popular tradición de hacer figuras con papel empezó en Japón como una distinción de las clases altas, que tenían la habilidad y los recursos para ello. Poco a poco se democratizó: “Es una técnica popular, que se enseña también en las escuelas y que sirve de entretenimiento”. La grulla de papel se convirtió en la figura más popular y simboliza la paz.
Daruma. El maestro Daruma perdió las piernas y los brazos, según la tradición, después de estar tantos años meditando. Su leyenda dio paso al Daruma, otra de las tradiciones japonesas: “Se utiliza para fijarte retos. Piensas un objetivo y cuando lo consigas puedes pintarle los ojos por ejemplo a la figura. Cuanto más completo esté, es que más retos has conseguido”, explica Mayu, que para Tokio ya ha pedido los deseos del Daruma del equipo de natación artística.