Ziganda echa de menos a Bingen Arostegi
El segundo entrenador de ‘Cuco’ emprendió su propia aventura en el Bilbao Athletic y ya ha sido destituido. Era clave en el balón parado, principal déficit del Huesca esta temporada.
‘Cuco’ Ziganda y Bingen Arostegi formaron un tándem inseparable durante seis temporadas en el Athletic de Bilbao (filial y primer equipo) y Real Oviedo, hasta que este curso sus caminos se separaron y ambos se han echado de menos. El entrenador navarro confiaba buena parte del apartado táctico y de la estrategia a Bingen y este año en el Huesca se han notado ciertas carencias en esos aspectos. El lugarteniente del técnico oscense tomó la alternativa en los banquillos en el Bilbao Athletic, pero su camino se acabó en la jornada 12, dejando a los cachorros como colistas de su grupo en 1ª RFEF.
Ziganda apostó por Mossa como su segundo entrenador en su etapa en el club oscense, siendo la primera experiencia del defensa después de colgar las botas el pasado mes de junio. El ex jugador es la mano derecha del entrenador, pero su aportación no está ayudando a paliar el déficit a balón parado, 93 córners sin goles. Unos números que llevan a añorar a la dupla formada por Ziganda y Arostegi y de la pizarra que rellenaron a cuatro manos durante 174 partidos disputados en Primera, Segunda y Segunda B.
La pasada temporada el Huesca con Xisco como entrenador y sobre todo con Antonio Calle como segundo, logró sacar provecho a la privilegiada zurda de Marc Mateu en la estrategia y muchos goles llegaron gracias al balón parado. El Huesca tiene jugadores altos y rematadores como Carrillo, Kevin Carlos, Timor, Jorge Pulido, Rubén Pulido o Florian Miguel, que deben aprovechar sus centímetros para utilizar una de las armas principales del fútbol en Segunda División. Ziganda debe replantearse el balón parado y tal vez llamar a su amigo Bingen para analizar fortalezas y debilidades del Huesca o planificar un nuevo reencuentro, esta vez en tierras altoaragonesas.