Zaïre-Emery: la paradoja del PSG

La política adoptada por el Paris Saint Germain con Qatar, reunir a los mejores jugadores del mundo por cantidades astronómicas, fue, durante muchos años, un impedimento para los canteranos en el club. Nkunku, Diaby, Coman, Maignan o incluso Rabiot fueron los casos paradigmáticos en un equipo que utilizaba la cantera como moneda de cambio y para cuadrar sus cuentas de cara al Fair Play Financiero. Este verano, sin embargo, Al Khelaïfi, secundado por Luis Campos, decidió dar un giro a la estrategia de los parisinos, priorizando el fichar a jugadores jóvenes y abriendo las puertas de la cantera al primer equipo.

Este miércoles, en Dortmund, el PSG estuvo durante veinte minutos eliminado de la Champions League. Sin embargo, el joven Zaïre-Emery, de 17 años, se encargó de clasificar a su equipo a los octavos, después de destrozar la red con un disparo atronador que ponía el empate en el marcador. El canterano parisino, desde que debutara con 16 años la temporada pasada, ha derribado todas las puertas en la capital francesa. En el Signal Iduna Park, superó un récord que ostentaba Karim Benzema durante su etapa en el Lyon, ser el jugador francés más joven en marcar en la historia de la Champions, marca que le duró 20 minutos, hasta que el franco-nigeriano George Ilenikhena puso el 3-2 del Amberes contra el Barcelona.

Debutante más precoz de la historia del PSG, jugador más joven en marcar, futbolista de menor edad en acumular ocho partidos de la Champions League, goleador más joven de su historia en la máxima competición europea, a Zaïre-Emery se le caen los goles de los bolsillos. Desde su llegada a París, Luis Enrique tomó una decisión de enjundia, descartando a toda una institución como Verratti, principalmente por su higiene de vida, y otorgándole las llaves del centro del campo a un jugador que apenas contaba con seis meses de profesional.

“Es el ejemplo perfecto para todos los jugadores jóvenes que sueñan algún día con vestir la camiseta del PSG”, declaró Luis Enrique el mes pasado. Esta temporada, el centrocampista francés ha disputado 17 partidos, acumulando 8 participaciones de gol, 3 tantos y 5 asistencias, números que denotan la importancia que ha asumido en un equipo joven y acostumbrado, desde antaño, a estar conformado por grandes estrellas que daban poco, muy poco espacio, a los canteranos.

La explosión de Zaïre-Emery, además, no ha dejado indiferente a Didier Deschamps. Durante la última ventana de selecciones, en noviembre, el seleccionador francés no titubeó para convocarle y le hizo debutar contra Gibraltar, en un partido en el que se erigió como el goleador más joven de la historia de Les Bleus y el debutante más precoz, a pesar de caer lesionado nada más estrenarse con la subcampeona del mundo. Los presagios no eran esperanzadores, ya que se le detectó un esguince de tobillo cuyo tiempo de recuperación se prolongaba hasta enero de 2024. Zaïre-Emery, sin embargo, acortó los plazos, se machacó de forma individual y volvió para brindarle al PSG la clasificación a los octavos de la Champions. El presente, también el futuro, está en sus botas.

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