Yoel pierde su válvula de escape
Con la eliminación copera, el guardameta dejará la portería en manos de Luca: “Era un partido bonito para que nosotros y la gente disfrutáramos, pero el Athletic aprovechó su pegada”.
La Copa del Rey es esa competición donde muchos de los menos habituales en liga ven estas eliminatorias como una oportunidad para redimirse. Una vía de escape para dejar el banquillo y salir a la palestra. Muchos entrenadores afrontan dichos encuentros como un obsequio para aquellos jugadores que, pese a no tener demasiada participación, muestran su implicación tanto fuera como dentro del verde. Ese es el caso de Joseba Etxeberria con Yoel Rodríguez (Vigo, 1988). Al igual que ocurriera frente a Lorca Deportiva y UD Melilla, en el derbi copero, el técnico elgoibartarra le dio las llaves de la portería al cancerbero gallego. Mostrando de esta manera su confianza en uno de los baluartes de la plantilla azulgrana.
A causa de la eliminación en la competición del KO, Luca volverá a vestirse de corto para afrontar la segunda vuelta de la categoría de plata. El canterano celeste, consciente de que podía disputar los últimos minutos de la temporada, aprovechó al máximo la oportunidad. “Era un partido para que nosotros y la gente disfrutáramos. Un derbi que siempre es bonito. Lo hemos disputado hasta el final, pero el Athletic aprovechó su pegada”, reconoció el guardameta. Según afirmó Yoel, el nivel de puntería entre unos y otros decantó rápido la balanza: “Son un equipo que, cuando te roba el balón y te pilla abierto, te hace daño. Tienen mucho potencial ofensivo. Llegaron tres veces y metieron tres goles”.
El veterano arquero también quiso deshacerse en elogios hacia Julen Aguirrezabala, al evitar que los armeros abrieran la lata: “Hace una gran intervención, poco se le puede pedir a Bau(tista). Intentó finalizar donde más nos duele a los porteros y Julen sacó una mano increíble”. Tras 7 temporadas en el club armero, el vigués finaliza su contrato en la presente campaña, por lo que la dirección deportiva valora si prolongar la relación que ambos mantienen. El cancerbero, de 35 años, ha aceptado en más de una ocasión su rol de segundo portero, sin poner una mala cara y dando un ejemplo de profesionalidad en todos los ámbitos. Su notable rendimiento tanto fuera como dentro del campo bien le ha valido para ganarse la renovación en los años anteriores. Por lo que su buen hacer y la opinión de la directiva en los próximos meses dictarán sentencia, a la hora de esclarecer su futuro.
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