El Racing dio un paso atrás el domingo. Sumó, es cierto, y eso cuando no juegas bien, es una buena noticia, pero la verdad es que si comparamos el partido frente a la Ponferradina con cualquiera de los del último mes y medio, el ejercicio que hicieron el domingo los de Romo sale mal parado. En defensa se les vio más mantecosos de lo que suelen, perdiendo duelos (salvo Íñigo que va para plusmarquista), cuando lo habitual es que los ganen, y concedieron más veces la espalda de los centrales que nunca. Y en ataque fue el día en que menos veces chutaron hacia la portería rival con la excepción de la visita a Granada. Solo seis tiros, la mitad que la Ponferradina, para que se hagan una idea, los racinguistas venían de disparar 23 veces contra el Zaragoza, 19 al Levante, 16 al Málaga... Y no habrá queja del VAR esta vez, que el gol de Íñigo Vicente puede pasar perfectamente por una zamorana con el codo derecho y el penalti hay que mirarlo con unas lentillas muy verdiblancas para ver el contacto sobre el pie de Mboula. Esas cosas pasan, por eso conviene no rasgarse las vestiduras cuando la suerte o la sentencia del VAR te vienen reviradas. Se acaba equilibrando. Pero ayer salió cara.
Lo de la delantera
Soy perfectamente consciente de que es muy mala suerte tener en la enfermería a la vez tus tres delanteros centros, Cedric, Sekou Gassama y Matheus Aias. También sé que ha habido equipos a los que jugar con un centrocampista de eso que se ha dado en llamar falso nueve les ha generado grandes réditos (por ejemplo, la España que ganó con fútbol de ensueño la final de la Eurocopa a Italia por 4-0 con Cesc Fábregas como jugador más adelantado). En días puntuales y sorprendiendo, mayormente. Pero lo suyo es tener delanteros en la delantera. El problema es que a Peque, que sí es un punta, parece que la titularidad ahora mismo le viene grande. Le falta físico, experiencia y la confianza de sus compañeros, que no le buscan. Romo, desde el principio, viene dejando caer que Pombo puede jugar de delantero y además cree, eso ya lo saben todos, que Arturo puede jugar de cualquier cosa. Lo dudo. Las dos cosas. Pombo, en la mediapunta y con espacios, marca diferencias y da sentido a las contras. Arriba le pierdes. Por lo que no hace de nueve y por lo que le quitas de hacer de 10. Y a Arturo tampoco le veo ahí. Hasta ahora sus mejores aportaciones han sido en la izquierda, si no buscas hacer daño arriba, que para eso tienes a Camus y a Íñigo Vicente, sino dar continuidad en la posesión, como el año pasado. En el doble pivote, cuando haya que arriesgar, también puede echar una mano. De todos modos, hay que darle una ovación por llevar siete partidos consecutivos jugando con dolores en su pie derecho y casi sin poder entrenar. Un tío.