FINAL COPA DEL REY I ATHLETIC - MALLORCA
Y a la sexta ¿llegará la vencida?
El Athletic suma cinco finales de Copa perdidas en 15 años. Integrantes de cada una de ellas hablan para AS de aquella amarga experiencia.
Cinco finales perdidas. Una losa enorme que pesa como el plomo en las botas de los leones, que se va tornando en una bola gigantesca cada vez que toca salir al partido definitivo para levantar la Copa. Desde hace 40 años no se logra el título y en Bilbao todo el mundo cree que ya es hora. Los leones han perdido una manita de finales en los último 15 años, a una por lustro. Rizando el rizo, cedieron dos en 15 días, por el aplazamiento de la de 2020 a 2021 por la pandemia. Ambas acabaron casi montándose y en un mismo escenario, La Cartuja, y sin gente. Se fueron para las vitrinas de Real Sociedad y Barcelona. AS repasa aquellas citas con uno de los integrantes del Athletic derrotado. Como decía De Marcos el miércoles, en parte afrontan la final de este año con el impulso de todos los que lo pelearon antes y no lo lograron. “Ahora mismo somos la cara visible, pero estos días pienso en muchos de mis excompañeros que lo han intentado. Estamos de paso y dejamos nuestro legado. Me acuerdo de ellos y, si va bien, ellos serían parte de esta final”.
2009: Barcelona 4-Athletic 1, Mestalla (Valencia). Koikili.
Koikili Lertxundi vivió una nueva Copa perdida en Mestalla con Caparrós de entrenador. Koi (Otxandio, 43 años), licenciado en Historia, exlateral izquierdo formado en el fútbol de bronce entre Aurrera de Vitoria, Osasuna Promesas, Gernika, Beasain, Gernika, Sestao River, para fichar por el Athletic, donde tocó el techo en la élite, y CD Mirandés en su última etapa en Segunda. Combatió con los Del Horno, Castillo, Balenziaga y Aurtenetxe por el lateral izquierdo, con Caparrós y Bielsa de por medio. Campeón de lucha grecorromana nada se le resistía. Para la final de Copa aguarda un envite correoso en La Cartuja frente al RCD Mallorca.
La final del 2009 la vivió en primera persona en el estadio del Valencia como lateral izquierdo, no como otras en las que no tuvo tanto protagonismo: “Tengo varias. Aquella fue una pena, la verdad. Aquel Barça era una pasada de equipo. El Mallorca dista del mejor Barça de la historia. Sí da la sensación de que sí se puede este año”, lanza y añade que con el Athletic, Koi fue “cuatro veces subcampeón: dos de Copa, una de Supercopa y la de la Europa League. Jugué la de Mestalla, al año siguiente también ante el Barça, a ida y vuelta, y en 2012 la de Bucarest y la de Madrid, aunque las dos últimas en la grada”, relata uno de los laterales zurdos más carismáticos de los últimos tiempos en el Athletic.
2012: Barcelona 3-Athletic 0, Vicente Calderón (Madrid). Javi Martínez.
El año de las dos finales con Bielsa, ambas perdidas, en Copa y Europa League. El Loco sembró Bilbao de optimismo y disfrute, pero al final todo acabó como de costumbre en esta era reciente: con derrota. Javi Martínez era un jugador fundamental en aquel equipo, su 2012: Los recuerdos son agridulces. “Teníamos dos finales, así que la ilusión se multiplica. Fue un gran éxito estar en otra final de Copa después de tres años, pero tuvimos un problema importante: estaba enfrente el mejor equipo de la historia, porque en mi opinión el Barça de Pep era eso, al menos de lo que yo haya visto. No nos dieron opción”, sostiene. después de esas citas, el Bayern ejecutó la cláusula de rescisión de 40 millones y se llevó al campeón del mundo. Alí se hizo un acaparador de títulos. Su currículo luce con 29.
La séptima final de Copa entre el Barcelona y el Athletic fue la más plácida para los intereses azulgranas. El partido se resolvió antes de la primera media hora con tres goles, obra de Pedro (que firmó un doblete) y Messi. Guardiola no pudo tener un mejor final de etapa: ganó sin sufrimiento y abrochó el decimocuarto título de 19 posibles como inquilino del banquillo azulgrana entre las temporadas 2008-09 y 2011-12. Bielsa, por su parte, cerró un ejercicio agridulce, enamoró a San Mamés pero alimentó su leyenda de entrenador al que le faltaba rematar la faena. Pep empezó ganando la Copa de 2009 y cerró el círculo tres años después con otra conquista en el torneo del KO derrotando al Athletic, en esta ocasión en el Vicente Calderón. El Barça sumó el título número 26 de Copa y aventajó al conjunto rojiblanco en tres coronas en el palmarés. Fue un ciclón. A los 24 segundos ya remató por vez primera a puerta (Messi). El Athletic apenas creó peligro. Bielsa admitió que “el planteamiento no fue el acertado. Imaginé un partido intenso y dinámico y no logramos nada de eso”.
2015: Barcelona 3-Athletic 1, Camp Nou (Barcelona). Bustinza.
Fue la final de la lambretta de Neymar a Bustinza. Se lo recuerdan mucho a éste y es normal que no le haga gracia. Se las tuvo tiesas el brasileño con varios leones que salieron a apoyar a Unai. El actual jugador del Amorebieta saltó a marcar a una de las estrellas culés, tuvo que bailar con una de las más feas, porque había muchas. Se acuerda de los momentos previos, “el nerviosismo de una gran cita”, porque era consciente de lo que es una final. Era un papelón “te toca jugar de titular contra un equipo muy bueno contra el que no te has enfrentado”. Al salir a calentar, ver el tifo, “todo es un chute entre responsabilidad y un superpoder, al ver que representas a toda esta gente”. Así que tenía claro que por ganas ambición e ilusión no iba a ser. “Pensaba: me saldrán mejor o peor las cosas, pero eso lo pondría por descontado”. Pero con el pitido inicial le invadió una sensación de sufrimiento, “de ver un equipo tan superior, aunque tenía la final de Champions cercana”. Aquel Barça era inalcanzable para casi todos los mortales. “Tratamos de seguir vivos. Ves a Messi hacer lo que quiere y comprendes que toca remar mucho”. En el momento resultó una experiencia difícil, pero echando el carrete para atrás y visto todo lo que conlleva esa final, es bonito vivirlo”. Ahora sólo aspira a que se rompa la racha: “Lo importante es que el Athletic sea capaz de mantener la portería a cero, con 1-0 sufriendo hasta el final me vale”.
Bustinza será un athleticzale más en Sevilla este sábado, tras jugar con el Amorebieta el viernes ante el Racing de Ferrol, ya que le tocó la entrada como socios que es, no así a su padre. “Todos estamos muy ilusionados”. Considera que el Athletic “está a un nivel altísimo”, aunque por las experiencias vividas estos años se posiciona con que “a un partido, el fútbol en general cambia”. De hecho, conoce a Aguirre, ya que fue su entrenador en el Leganés “y seguro que se van equivocar poco, tienen las cosas muy claras”. Lanza un suspiro entonces: “Tras tantas finales, tenemos ganas de ver a Muni o a quien le toque levantar la Copa. Va a ser bonito a la vez que sufrido y difícil”.
“El ‘por fin’ si no cumples, si no aciertas con ese broche, parece que no has hecho nada, pero tiene un mérito increíble estar tan arriba en esa competición, en tantas semis seguidas y pelear con equipos de semejante entidad. Lo importante es llegar bien a ese partido”. Estima que la afición rojiblanca será más ruidosa “por nuestra forma de vivir el Athletic” y los jugadores eso lo notan. “Será una fiesta y ayudará a que el equipo se sienta más como en casa”.
2020: Real Sociedad 1-Athletic 0, La Cartuja (Sevilla). Capa e Ibai Gómez.
Ander Capa, lateral derecho portugalujo, vivirá la final de la Copa de La Cartuja desde su destino actual en Valencia, donde milita este curso en el Levante en Segunda División tras su salida desde el Athletic. Capa ya paladeó la final perdida ante la Real Sociedad, en un derbi amargo en el mismo escenario al que saltó el minuto 92: “El recuerdo es malo porque no ganamos y encima me hubiera gustado jugar más tiempo”, se confiesa con AS. Sostiene que esta vez será otra historia: “Lo primero porque el campo va a estar a reventar y eso es precioso. Encima el Athletic está completando una temporada impecable”, desliza el excarrilero rojiblanco y del Eibar. Sostiene que al club rojiblanco el destino le debe este título tan ansiado: “Claro que se la debe. Fueron dos Copas seguidas muy dolorosas y me alegraría mucho que la ganasen por fin”, zanja para este diario Capa.
Ibai Gómez ofrece también su impresión de la final de 2020: “Fue una final diferente, sin público, que es la parte más importante, que es más de sentimientos que de otra cosa. Fue una final muy extraña y bastante dura para nosotros porque teníamos bastante ilusión por conseguir el título”, rememora el exleón, que permaneció en el banquillo aquel día. Respecto a la final de este sábado ante el Mallorca ve diferencias precisamente por el ambiente, que en esta ocasión será colosal con 60.000 hinchas del Athletic sueltos por Sevilla. “Se está viendo la ilusión que existe en Bilbao y ahora en La Cartuja y sus aledaños, que le da un plus. Es la gran diferencia y que el rival es totalmente diferente en estilo de juego”, argumenta el de Santutxu, ahora inmerso en su carrera de entrenador entre el Juvenil de Honor del club de su barrio y al mando de la República Dominicana para los Juegos Olímpicos.
Ibai espera que el destino se apiade del Athletic después “de tantas veces intentándolo los últimos años y que no se ha podido conseguir. A medio y largo plazo las cosas siempre llegan a donde se merece. Espero que sea esta edición y pueda vivir como atlheticzale la Gabarra, que varias generaciones no la conocemos”, subraya.
2021: Barcelona 4-Athletic 0, La Cartuja (Sevilla). Balenziaga.
Balenziaga cubre una etapa en Primera Federación en el Deportivo. Desde allí, en A Coruña, será un rojiblanco más. Su recuerdo de la última pelea por la Copa, en 2021 es tan amargo como el de las cuatro anteriores. “Pues seguramente fue una de las finales más atípicas que he podido disputar con el Athletic. Fue justo unas semanas después de aquella aplazada por el COVID del año anterior contra la Real. Teníamos muchas esperanzas puestas, porque las anteriores las habíamos jugado con el Barça, el mejor Barça que se había visto en los últimos años”. Destaca el eterno lateral izquierdo, al que Valverde rebautizó como “una joya con toda su corona”. Los compañeros le regalaron una foto como balón de oro cuando dejó San mamés. Era muy querido por la caseta. “No pudimos ganar ninguna final de Copa, aunque sí las de Supercopa. Había muchas esperanzas, pero no pudo ser y la verdad es que fue decepción para todos. Equipo, afición... y a las dos semanas vino esa final de la que hablamos, otra vez con el Barça”. Anímicamente el equipo se quedó tocado, remarca. “Era una nueva oportunidad para ganar un título, sabíamos que a partido único era posible, lo habíamos hecho en San Mamés y en la Supercopa, pero el partido se dio como se dio. El Barça salió muy enchufado, tuvo ocasiones en la primera y pudimos aguantar defensivamente. Hasta que en la segunda parte, sobre el minuto 60 llegó el primer gol. Ellos siguieron jugando a su antojo y el equipo se vino abajo. No pudo ser. Fue una final en la que lo anímico pudo por lo que había pasado unas semanas antes y también por un gran Barça que no nos dio opción de luchar por el título”.
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