Vadillo, crónica de una decepción en el Racing de Ferrol
El ex bético no consiguió encontrar su fútbol en su estancia en el equipo gallego. Se marchó a Cádiz en el mes de febrero para recuperarse de una lesión de rodilla.
El idilio entre el Racing de Ferrol y Álvaro Vadillo no ha dado sus frutos. El que fuera una joya de la cantera del Betis y que maravilló en Primera División por su precocidad y desparpajo, no ha conseguido recuperar la sonrisa en su estancia en Ferrol. Desde un principio su mentalidad fue la de querer demostrar que su mejor versión como futbolista no se había apagado e intentó convencer y autoconvencerse de que todavía a pesar de las graves lesiones en su carrera, su talento podría volver a salir a la luz después de varios años difíciles.
En su presentación, el habilidoso extremo andaluz lanzó un mensaje de esperanza y de buenas intenciones que finalmente quedaron en añorados deseos que no se cumplieron. “Vengo al Racing con mucha ambición y con la espinita clavada de no haber podido mostrar el nivel que con continuidad y confianza puedo”, resaltó allá por el mes de septiembre. A pesar de las intentonas de realzar su carrera, Álvaro Vadillo no mostró ni por asomo su versión de antaño, atrapado continuamente en un sinfín de molestias físicas que le impedían encontrar una regularidad en su participación.
Tanto por la banda izquierda como por la derecha, Cristóbal Parralo trató de exprimir lo últimos resquicios de talento de Vadillo. Su único destello que lo diferenció de los demás desde muy joven y lo llevó a Primera División, lo exhibió contra el Cartagena en donde en los minutos de descuento, saltó al campo y con total confianza, ejecutó una falta a la perfección para salvar un punto in extremis para el equipo y disparar así sus emociones: “Venir al Racing es la mejor decisión que he tomado desde hace tiempo”, comentó en su comparecencia post partido. Sin embargo, esa jugada quedó como un oasis en pleno desierto y sin apenas continuidad, la poca luz que desprendía el futbolista de Puerto Real, terminó por apagarse.
Su último paartido, el 4 de febrero
Después de contar con varias oportunidades consecutivas en los meses de noviembre y diciembre donde tuvo su mayor regularidad, Vadillo tuvo su última aparición a principios de febrero. Tras la salida de Carlos Vicente al Alavés, el ex canterano del Betis fue el elegido para comenzar de inicio tanto en Copa contra el Sevilla como en la LaLiga contra el Espanyol, pero no consiguió convencer a Cristóbal Parralo y apostó por Nacho en su lugar hasta la llegada de Pinchi.
Vadillo se despediría de A Malata sin saberlo el 4 de febrero. En dicha fecha, disputó los minutos finales contra el Eibar para completar una hoja de registro en el Racing con 420 minutos jugados repartidos en 11 partidos entre LaLiga y Copa en donde tan solo pudo hacer un gol. A finales del propio mes de febrero, el Racing de Ferrol comunicó la marcha de Vadillo a Cádiz por sus continuas molestias en la rodilla. “El jugador permanecerá en la localidad andaluza el tiempo necesario para alcanzar una recuperación total y siempre bajo los galenos del Racing”. En marzo, en una comparecencia de prensa para abordar diferentes temas sobre el club, el director general Carlos Mouriz amplió las razones de la marcha de Vadillo a su localidad natal. “Tiene mi autorización desde el primer momento. Allí tiene un sol que no hace aquí y me imagino que también los años son los años, pero encontrarte a veces solo en un sitio distinto, cuando no estás jugando porque tienes molestias, no suma. Está cargando las pilas con su familia, entorno y básicamente lo que tiene es una persona de confianza para potenciar y mejorar la rodilla. Aquí se puso factores de crecimiento para tratar de estar y no es cuestión de que no quiera es que la lesión no se lo permite”.
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