Pallarés, primer técnico del Bilbao Athletic que llega de fuera

El presidente Jon Uriarte está aún pendiente de nombrar oficialmente a un director deportivo, un puesto anunciado desde que era candidato y que aún no tiene nombre. Mikel González está asumiendo esas funciones. En este parón mundialista ha cesado al entrenador del filial y está emprendiendo la remodelación de la Fundación. Bingen Arostegi ya es historia y la comisión deportiva se ha puesto en manos de Sergio Navarro, el responsable de Lezama, y ha optado por no fichar a un entrenador del entorno o que conozca Lezama, como marca la tradición. Se ha ido a alguien de fuera; por tanto, ya se sabe, se abre el abanico sobre un conocedor de canteras globales, muy del estilo del actual dirigente del club, amante de la labor del Red Bull Leipzig, por ejemplo. La primera vez que llega alguien de fuera de Euskadi, ajeno al Athletic, desde la fundación del segundo equipo en 1964, aunque existió brevemente en los años 1940 bajo denominación de Club Deportivo Bilbao. En los 58 años de existencia van 31 entrenadores, y 26 son vizcaínos, sólo 5 proceden de fuera de la provincia, pero son leyendas: Iribar, De la Fuente, Valverde, Ziganda y Etxeberria. La filosofía niega la entrada al equipo a gente de fuera, pero sí se asume ya a técnicos externos para el principal equipo de la cantera, el último peldaño antes del salto a profesionales. Aterriza el barcelonés Álex Pallarés (42 años) hasta final de temporada. Inaugura una nueva era en Bilbao. Esta misma tarde, realizará su primer entrenamiento con los cachorros junto al resto del cuerpo técnico, que continúa en sus puestos. Será presentado a las 15:30 horas. Carece de experiencia en la antigua Segunda B o la actual Primera Federación, una categoría que ha elevado muchísimo el listón de la exigencia.

Pallarés tiene una difícil papeleta, ya que el Bilbao Athletic cierra la clasificación y lleva cinco partidos sin ganar, es más, en ninguno de ellos ha logrado marcar un gol. El Bilbao Athletic nunca antes había sido colista en una categoría no profesional si exceptuamos la jornada inaugural. Paradójicamente, tiene un punto más que el año pasado en este mismo momento de la temporada. Licenciado en Psicopedagogía y Maestro en Educación Física, tiene una experiencia en el fútbol de cantera y profesional. Ha ido quemando etapas en una carrera de 23 años que le ha llevado por clubes de diferentes países. El último destino de Pallarés fue el Deportivo Táchira venezolano, al que llevó a cuartos de final de la Copa Sudamericana (la Europa League de ese continente) tras eliminar al Santos brasileño. Un profesional de la confianza de Sergio Navarro, el director de Lezama, ya que ambos coincidieron en el Rubin Kazan. Ha sido preparador y metodólogo en el Villarreal en dos etapas, entrenando en diferentes categorías. Entre ellas, ejerció en la Academia Aspire como seleccionador de Qatar Sub-15 y Sub-16. Posteriormente, se hizo cargo del Juvenil División de Honor del Levante y del filial del Rubin Kazan ruso.

Siguió su experiencia por el extranjero al dirigir al equipo Sub-23 del Al Jazira de Abu Dhabi antes de comenzar su exitosa etapa en el fútbol profesional sudamericano. Comenzó en el Atlético Venezuela (2016-18), al que clasificó para la Copa Sudamericana por primera y única vez en su historia y a las semifinales por el título. Pasó al Deportivo Táchira, con el que fue tercero en la fase regular y repitió semifinales. Hizo un paréntesis en la UD Los Barrios en Tercera antes de regresar al club de San Cristóbal, donde sólo pudo ser frenado en la Copa Sudamericana por el campeón, el Independiente del Valle. También estuvo en el CF Gandia en 2020, en la Regional Preferente, pero los malos resultados provocaron su despido.

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Sergio Navarro, director de Lezama, ha explicado este movimiento en el banquillo del filial rojiblanco: “Como ya comenté, tanto la formación como el resultado van de la mano y están implícitos en el juego. El proceso va encaminado al desarrollo del jugador y en eso el cuerpo técnico y Bingen han trabajado diariamente, pero hay que admitir que la dinámica no era positiva. Ese trabajo del cuerpo técnico es bueno y hay que seguir manteniéndolo, pero sentíamos y pensábamos que había que hacer un cambio en el liderazgo. Sólo en el liderazgo, sólo una persona que viniera a ayudar y a mirar el juego desde otro lugar”.

El responsable de la factoría del Athletic desveló que buscaba un perfil “que no es fácil de encontrar”. “Por un lado, necesitamos que conozca los procesos formativos de la base, los momentos evolutivos. Por otro lado, que haya estado en el rendimiento, que conozca el fútbol profesional y ayude a los chicos del Bilbao Athletic a llegar al primer equipo”. Según él, Pallarés tiene experiencia en esa parte formativa “porque ha sido entrenador y metodólogo tanto en el Villarreal como en la Academia Aspire como en el Levante, ha entrenado al segundo equipo del Rubin Kazan, que es donde yo coincidí con él y pude comprobar de primera mano la gran capacidad que tiene de llevar a grupos y el gran talento que tiene a la hora de entender este juego”. Por último, remarca que tiene su recorrido a nivel profesional como primer entrenador. “Ni más ni menos viene de entrenar a Deportivo Táchira en la Copa Libertadores y de clasificarlo por primera vez a cuartos de final de la Copa Sudamericana eliminando al Santos”. Por último, ha querido tener un recuerdo para Bingen Arostegi por “su profesionalidad e implicación en el club. Es un profesional que se deja el alma en la formación y el desarrollo de los chicos”. Este ha sido la última víctima de un filial que vive momentos de zozobra, tras la salida de Etxeberria y el ascenso de jugadores de enorme talento como Nico Williams y Serrano. El año pasado fue destituido De la Sota y enderezó el rumbo Patxi Salinas, pero la actual directiva no consideró oportuni proponerle la renovación.