Una tarde de despedidas esperadas… y alguna inesperada

Último día de la temporada en el Reale Arena, último partido oficial en la Real Sociedad para un bien puñado de jugadores que han formado parte de la plantilla de esta temporada histórica. La visita del Atlético de Madrid a San Sebastián será también una tarde de despedidas esperadas… y seguramente alguna inesperada.

Entre las esperadas están las de los futbolistas que han jugado cedidos esta temporada en la Real Sociedad, y que no van a continuar la próxima campaña en dinámica del equipo realista. Son los casos de André Silva y Kieran Tierney, dos de Los fichajes considerados ‘estrella’ el pasado verano, por caché, historial y por el club del que provenían. Cedido el portugués del Leipzig y el escocés del Arsenal, con una ficha muy elevada y la misma cantidad de la opción de compra (15 millones) inviable para la Real, especialmente por el rendimiento de ambos, muy por debajo de lo esperado. Han sido dos de las grandes decepciones de la temporada, por su nivel futbolístico, porque todo lo demás lo han tenido. De hecho, en Zubieta están encantados con su compromiso y forma de ser. Sus despedidas son más que seguras, porque salvo sorpresón mayúsculo, no volverán a la Real.

El tercero de los cedidos, Javi Galán, que llegó en enero, también se despide de la Real, aunque tendrá que hacerlo desde la grada al estar fuera de la convocatoria por lesión. Pero en su caso no es descartable que acabe volviendo. Pertenece al Atlético de Madrid y no tiene sitio para Simeone, por lo que la Real ya se ha posicionado para seguir contando con sus servicio, algo que al lateral pacense no le desagrada.

A partir de aquí las despedidas que pueda haber son las llamadas inesperadas. A pesar de que en algún caso tiene pinta de que no hay otro remedio. Como Umar Sadiq, el fichaje más caro en la historia de la Real que viene de completar una temporada para olvidar. Tiene contrato en vigor, pero todo apunta a que van a buscarle una salida. Clubes como el Getafe y el Alavés ya han preguntado por él. Es una patata caliente para Olabe este verano. Y luego está el caso de Mikel Merino, del que realmente nadie espera que se produzca una despedida. Es más, hay quien alberga la esperanza de que en la fiesta posterior se escenifique su esperada renovación. De sus gestos cuando termine el choque se vislumbrará mucho de lo que pase con su futuro, muchos ojos estarán puestos en el navarro.

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