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Una real preocupación

Llueve sobre mojado con el triste asunto de los aficionados ultras en San Sebastián. No ha pasado ni un año del peligroso lanzamiento de bengalas de radicales del Benfica a la grada familiar del Reale Arena, y los incidentes, con diferentes nombres de los protagonistas, se han vuelto a producir. Ahora han sido los ‘angelitos’ del Anderlecht. Ni una pantalla de metacrilato ha podido detener a esos delincuentes. Porque nadie se lleve a engaño, en la mayoría de los casos, esas personas están fichadas por la policía.

Ese es el síntoma más claro de que esa mampara, que se puso como medida de seguridad hace un año por lo ocurrido la noche europea del Benfica, es solo un parche que no soluciona nada. Porque la solución pasa solamente por tomar decisiones drásticas y valientes, que sean de calado y que vayan a la raíz del problema, que vayan de verdad contra esos grupos de radicales para que desaparezcan de una vez por todas de los estadios de fútbol. La UEFA tiene un serio problema que no parece tomarse muy en serio. Porque lo sucedido en el Reale Arena es inadmisible. Que los jugadores de la Real tuvieran que detener el partido no puede entrar en la cabeza de nadie. ¿Dónde estaban los delegados de la UEFA desplazados a San Sebastián? ¿A qué estaban esperando? ¿A que ocurriera una desgracia?

Daba la sensación de que se quería continuar jugando para evitar otro bochorno con los ultras en el Reale Arena, como si estuvieran esperando a que pasara rápido el problema y que nadie se fijara en ello. La UEFA quedó retratada en el Reale Arena con una gestión deficiente de un hecho muy grave, en el que no pasó algo de mucha más gravedad por fortuna. El partido tenía que haberse parado en el acto, sin discusión. Incluso, viendo lo que estaba ocurriendo, no se tenía que haber reanudado hasta que cesaran los incidentes y se sacara del campo detenidos a esos energúmenos. A grandes males, remedios drásticos. De lo contrario, este problema no tendrá fin. En Anoeta desaprovecharon una oportunidad de oro para sentar cátedra y crear un precedente. Y lo único que hicieron fue hacer más grande la preocupante bola de los ultras en el fútbol europeo. Porque ¿cuál será la sanción a los implicados? ¿Y al Anderlecht? Se pondrá otro parche para calmar los ánimos. Y a seguir. Y lo que seguirá en realidad será el gravísimo problema, enquistado y cada vez más grande. Ya son demasiadas veces con incidentes con radicales en Anoeta, un asunto que es reincidente y que provoca que en los partidos de Europa haya aficionados que se planteen si ir a ver a su Real Sociedad. Hay miedo. Y eso sí es triste y doloroso. Es una real preocupación. ¿Alguien va a hacer algo de verdad?

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