Una Real al revés
Lo de esta Real Sociedad no hay quien lo entienda. ¿Se acuerdan de aquella canción de Ricky Martin? Sí, la de “un pasito pa’lante, María, un pasito pa’tras…”. Pues algo así está haciendo el equipo de Imanol Alguacil en esta primera parte de la temporada. Da un pasito para adelante y te ilusionas con que se va a meter por fin de lleno en la pelea por las posiciones de privilegio, pero inmediatamente después te llevas un chasco de narices porque da otro paso de atrás. Y de esa manera es muy difícil soñar con repetir en Europa la temporada que viene.
El problema es que eso está afectando a la naturaleza de los resultados que componen hasta el momento tu temporada. Donde tienes que ganar, los números no te salen; y donde no estás tan obligado, los resultados te acompañan. Es una Real Sociedad absolutamente al revés. Porque lo natural es que te resulte más sencillo sumar puntos como local que como visitante, y sin embargo le pasa absolutamente al contrario. Y entonces ocurre una situación de lo más ambigua y poco común: la Real Sociedad es el peor equipo como local de LaLiga, pero al mismo tiempo es el mejor visitante de Primera división. No es nada habitual ver algo así.
Eso provoca que el equipo txuri-urdin esté situado en la zona media de la tabla, queriendo mirar hacia arriba, pero sin llegar a alcanzarlo, porque le falta lo de casa. Y quizá para conseguirlo debería seguir el ejemplo de lo que hizo en el Sánchez Pizjuán. Puede ser que ahí esté la clave. Porque no puede ser que haya dos versiones tan distintas del mismo modelo de juego. A lo mejor la Real debería pensar que no hace falta ganar en el Reale Arena siempre la posesión al rival, porque eso no significa dominarle más o tener controlado el partido. Contra el Sevilla, los realistas no ganaron en posesión, tuvieron menos la pelota, pero ganaron el partido, que es de lo que se trata, dejando además la sensación de que el partido se jugó a los que quisieron ellos.
Puede que haya llegado la hora de entender que la posesión no es el fin en sí mismo, sino el vehículo para llegar al objetivo. Y que no se trata de tener más el balón que el equipo contrario, sino de tenerlo mejor, como pasó en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla. Hace una semana contra Osasuna en Anoeta la Real le dobló en posesión, pero perdió el partido, porque no tuvo mejor la pelota que los rojillos. Tengo la sensación de que los rivales ya van con la mentalidad de encerrarse en su área en Anoeta, conscientes de que eso va a hacer que la Real tenga mal la posesión y acabe equivocándose. Y entonces… ¡zas! Juguemos en casa como fuera. Ya veréis como no harán lo mismo todos los equipos. Al menos dudarán. Y si dudan… el zas lo hará la Real. Porque, eso sí, más goles hay que marcar. En Sevilla fueron dos. Vitales. Ya llueve menos en esta Real, de momento, del revés.
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