Una reacción Mundial

El Girona parece que ha recuperado el pulso, pero no puede despistarse. El empate cosechado ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-1) sirvió a los rojiblancos para abandonar los puestos de descenso, un paso importante para su tranquilidad, aunque siguen notando el calor. Suman los mismos diez puntos que Cádiz y Sevilla y de ahí que los dos duelos ligueros que restan antes del parón por el Mundial son vitales. Este viernes se abre el fuego contra el Athletic y toca hacer bueno el punto del Bernabéu.

Verse fuera del descenso tras dos jornadas en el pozo ha revitalizado a la plantilla y restado presión. Pero toca seguir remando. Oriol Romeu fue claro tras el encuentro ante el Madrid y es que “no deja de ser un punto. Tiene buen gusto, pero a lo largo de la temporada es un punto. Debemos hacerlo bueno ganando al Athletic en casa porque si no sumamos no servirá para tanto. Estuvimos bien ante el Madrid, nos aporta confianza y debemos seguir así”. Para un recién ascendido, sumar en el Bernabéu es un golpe moral importante y el premio de estar en posiciones de permanencia otorga un plus. Como mínimo, demuestra que el camino emprendido es bueno y solo falta ajustar detalles. Oriol Romeu consideró la importancia de estar fuera del descenso y es que “salir de ahí abajo más que nada es una situación mental. Cuando sales a jugar en descenso tienes la presión de puntuar y estar fuera ayuda ya que tienes la sensación que la dinámica es mejor. Nosotros teníamos claro que hacíamos bien las cosas, pero no obteníamos resultados. Poco a poco sumamos y trataremos de ir más arriba”.

Las sensaciones que desprende el Girona son buenas, aunque no se están traduciendo en los puntos deseados. Tanto es así, que el equipo gerundense solo ha sido capaz de sumar tres puntos de los últimos 21. Un pobre bagaje que explica el sufrimiento que acumula el vestuario. Eso sí, este viernes ante el Athletic hay una nueva batalla y Montilivi presentará un ambiente de gala. Tras ello, ya habrá tiempo de pensar en el duelo contra el Elche. Se avecinan dos encuentros vitales para un Girona que busca una reacción inmediata para no pasar el Mundial en descenso.