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ATLÉTICO DE MADRID

Una pata de la mesa del Atlético se tambalea

El Metropolitano vivió una fractura ante el Elche. El fondo sur fue silbado por el resto del estadio. El Atlético se ha hecho grande gracias a la unión de todas las partes. Ahora esto no es así.

Los jugadores de Atlético y Elche guardan un minuto de silencio en memoria de Lázaro Albarracín y de Pelé.
Kiko HuescaEFE

Simeone repite en rueda de prensa sí y en otra también lo de la unión en el Atlético, eso de que las cuatro patas del club deben estar bien armadas. Pero algo falla en una de ellas. Porque la afición parece dividida y hay señales de fractura entre la masa social del club rojiblanco. En el partido ante el Elche pareció evidente que una parte del fondo sur va por un lado y el resto del estadio por otro. Justo lo que no quiere nadie. El Atlético se ha hecho grande gracias a que todos han ido de la mano en esta etapa del Cholo al frente del equipo madrileño. Cerezo, Gil Marín, ahora Berta, Simeone, los jugadores y los aficionados…. Sólo de esta manera el Atlético ha logrado conseguir diez títulos en estos últimos años (ocho con Simeone) y se ha hecho grande en Europa, ha estado entre los mejores en el ránking del fútbol europeo. Sólo así tiene un estadio que es la envidia de muchos y en unos años tendrá una Ciudad Deportiva que será de las mejores de Europa. Sólo así el Atlético ha logrado tener una masa social de 130.000 socios. La unión entre todos los estamentos ha sido clave para que el equipo rojiblanco logre éxitos deportivos.

Esa unión se ha roto. Una de las patas de la mesa empieza a fallar. Mientras la mayoría de los aficionados acude al estadio a pasárselo bien, el fondo sur intenta polarizar el sentimiento de la hinchada del Atlético. Craso error. Y parece que el resto del estadio no está dispuesto a que esto suceda. Ante el Elche pareció que la única preocupación de ese sector fue mostrar el apoyo a Simeone mientras algunos pitaban a João Félix, todos a Reguilón y aún más a De Paul. El Atlético ganó su última Liga sin tener el respaldo de su hinchada. Ganó sin público en la grada. No había afición ni en el Metropolitano ni en ningún otro estadio. Y el equipo salió campeón. Haciendo buen fútbol. Sin nervios ni presiones internas. Convendría recordar esto. Ahora el Atlético es uno de los peores equipos como local.

El Atlético, por otro lado, creó una Comisión Social para que la afición y el club vayan de la mano en temas delicados socialmente: el escudo, las camisetas, las placas en el estadio… Un paso adelante para lograr un consenso y que los dirigentes escuchen la opinión de la masa social rojiblanca. No siempre ha sido así. Ni el Atlético ni ningún club se ha caracterizado por escuchar a los suyos. La Comisión quedó formada por un miembro del Senado, un representante de la Unión Internacional de Peñas, un integrante de la peña más numerosa de la Comunidad de Madrid (Peña atlética Remedios de Colmenar Viejo), un representante de la peña con más seguidores de fuera de la Comunidad de Madrid (Peña atlética soriana), un miembro de la Asociación los 50, un integrante de voluntarios del Atlético, un socio discapacitado, un abonado vip, un accionista del club y un miembro de la peña de animación del Atlético (el fondo sur). Hace unos días hubo una baja en esta Comisión Social: la del miembro de la peña de animación. Estos aficionados hicieron público su disconformidad con lo que se hablaba en esta Comisión. Algo falla. El fondo sur se quedó fuera de la reunión y ahora parece que se queda aislado en el estadio. Una pata de la mesa se tambalea. Justo la que ha hecho fuerte a la entidad. Queda mucha Liga y el Atlético espera que mucha Copa. A algunos les toca recapacitar.