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BARCELONA

Un Barca elástico

Xavi, que utilizó un 4-3-3 en el debut ante el Rayo y viró al 3-2-4-1 con un cuadrado en el centro del campo ante la Real, ‘amenaza’ con huir de un sistema fijo toda la temporada.

Xavi da instrucciones en el Real Sociedad-Barça.
Javier EtxezarretaEFE

Inspirado, dicen, en alguna de las cosas que aprendió de Van Gaal, el entrenador que le dio el empujón definitivo hacia la élite, Xavi se mira en el espejo del holandés para modificar sus esquemas, en ocasiones, teniendo en cuenta el dibujo que utiliza el contrario. Después del 0-0 contra el Rayo en el debut, explicó que en San Sebastián tomó la determinación de jugar con tres centrales advirtiendo el esquema que utiliza normalmente Imanol con la Real.

El caso es que, en dos jornadas, el Barça ha jugado con dos sistemas distintos y, pese a que en la pretemporada había empleado un 4-3-3 fijo, Xavi ‘amenaza’ con huir de un mismo dibujo. Como en todo, es un arma de doble filo. Por un lado, tendrá en tensión a los rivales, que no podrán preparar sus partidos con una idea clara si es cierto que el Barça salta de un esquema a otro. Por otro, siempre corre el riesgo de que sus jugadores se líen en el mar de sistemas. El mismo Dembélé admitió el domingo que era la primera vez que jugaban de esa manera en todo el curso. Pedri sí recordó que “ya jugábamos con tres centrales con Koeman”.

El caso es que el Barça sí tiene este año una plantilla amplia como para que Xavi pueda explotar la calidad específica de cada jugador en un sistema u otro. El domingo pasado sorprendió con la posición de Ferran dentro del cuadrado de centrocampistas. Un puesto de interior que no era fácil de descifrar al principio, ni siquiera para el jugador (aunque estuvo a punto de hacer gol), pero que cuando entró Ansu Fati se convirtió en una de las claves del partido porque encontró el agujero de la defensa de la Real.

El técnico se puede permitir el lujo de utilizar tres centrales puesto que tiene hasta cinco de nivel (Koundé, Araújo, Eric, Christensen y Piqué) y laterales que pueden convertirse en carrileros (Balde, Alba) en ese 3-2-4-1 asimétrico que fue el dibujo en San Sebastián, siempre con Dembélé un poco más arriba por la derecha que Balde en la izquierda. Tiene interiores versátiles como Pedri, Gavi, Kessié y De Jong y extremos que pueden jugar por fuera (Raphinha, Dembélé) o por dentro (Ansu, Ferran o el mismo Memphis si continúa). Seguramente, los dos futbolistas más específicos de la plantilla sean Busquets y Lewandowski. Aunque el primero se siente más cómodo con el 4-3-3 como único referente en la posición de cinco, es inteligente tácticamente y en la Selección, durante años, hizo un gran dúo con Xabi Alonso. Eso sí, el capitán prefiere el 4-3-3 y seguro que eso pesa en la toma de decisiones del técnico, que todavía considera al de Badia un jugador capital. La plantilla le ofrece muchas posibilidades a Xavi y el catalán parece dispuesto a aprovecharlo.