Toni Villa sale del ostracismo
En una semana y media, el atacante murciano ha jugado seis veces más de lo que había hecho hasta el momento.
Por mucho que fuera una alternativa más que viable en las quinielas, el pasado sábado no dejó de ser novedad la incursión de Toni Villa (Lorquí, Murcia, 30 años) en el ‘XI’ armero. Sobre todo, porque contabilizaba como la primera titularidad liguera para el ex del Girona. Tanto en el inicio de la presente campaña, como en el final de la pasada, ya que solo jugó 7’ con San José en la 2024-25. Minutos residuales, que cerraron el curso para los guipuzcoanos en casa del Levante.
Con Joseba Etxeberria a los mandos, su participación también fue exigua. Por lo que acabó la temporada casi en blanco. 17 partidos disputados, únicamente cuatro de ellos como titular, y una asistencia materializada. Al terminar el año falto de cifras, todo apuntaba a que el murciano continuaría con su carrera lejos de Ipurua. Sin embargo, pese al interés de equipos de plata como la Cultural Leonesa, las partes no llegaron a un acuerdo y actualmente es uno más de la plantilla. Hasta el punto de ser uno de los más utilizados en las últimas pruebas.
En la última semana y media, Toni Villa ha acumulado 172’ en sus piernas. Seis veces de lo que había participado hasta la fecha en este inicio de curso. Y es que, más allá de las bajas, algo ha cambiado en su figura. De ser la última opción en los cambios o solo disponer de minutos secundarios, el atacante ha pasado a ser una apuesta confiable para el técnico donostiarra.
Ante el Albacete, cuando tenía la elección de cambiar a Alkain de banda o apostar por el Magunazelaia algo más escorado a la izquierda, San José optó por seguir confiando en el momento de forma del ‘19’. Como ya demostró en su buena carta de presentación copera con un gol, una asistencia y un penalti provocado, además de hacer lo propio días después en liga. Pues fue de los más destacados en la reacción final de los armeros en Almería con otro pase de gol producido.
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Seguramente, esas dos últimas actuaciones acabaron siendo decisivas para que el pasado sábado estrenara titularidad. Sin ser tan participativo, el de Lorquí volvió a contribuir. Arrancó por izquierda, aunque el recorrido de Buta hizo que pudiera moverse por dentro, donde buscó activamente la asociación. Al igual que el resto del equipo, pecó de precipitación en ciertos momentos, pero sin balón fue sacrificado. Hasta abandonar el verde cerca de la hora de partido, fruto del desgaste y la inactividad. Aun así, se presenta como una alternativa de peso mientras Adu Ares y Guruzeta ocupan la enfermería. Prácticamente, un nuevo fichaje armero en tiempos de guerra.
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