Thiago es la inspiración de un Kudus estelar en el Mundial
El centrocampista de Ghana afirma que le encanta el fútbol creativo del internacional español, del que tiene una camiseta
Mohammed Kudus fue la estrella del Ghana-Corea del Sur en un pulso de muchos quilates con Cho, ariete del conjunto asiático que hizo un doblete en remates aéreos. Anotó dos goles que contribuyeron a la primera victoria de los ‘Black Stars’. El mediapunta de Ghana confiesa que guarda como un tesoro colgada en su casa una camiseta de Thiago Alcántara con el dorsal número 6, de su etapa en el Bayern de Múnich “y estoy muy orgulloso de ella”. Se la regaló un amigo cuando fichó por el Nordsjaelland danés, firmada por todo el equipo bávaro. “De niño disfrutaba de Thiago. Me encanta la creatividad y la alegría de jugar. Fue fantástico. A veces juega de ‘6′ pero luego, a pesar de sus obligaciones defensivas, no pierde la creatividad. Juegue donde juegue, siempre encuentra el equilibrio entre defender y atacar. Así es como quiero jugar”, expresa.
La vida le sonríe en Qatar al lado de Iñaki Williams. “Creo que jugamos juntos como equipo y todos merecemos crédito por esta victoria ante Corea del Sur y el premio”, apuntó tras el choque del lunes. “Solo tenemos que seguir trabajando duro en el próximo partido para obtener otra victoria que nos lleve a la siguiente ronda del torneo”, agregó. Kudus es uno de esos centrocampistas que crecen como setas en Ghana. Pero tiene un perfil ofensivo, algo más raro de ver. Thomas Partey es un tipo de jugador más habitual. A sus 22 años, está en su primer Mundial. Creció en las calles de Nima, dentro de la región de Accra, en cualquier improvisado campo de fútbol, en un entorno peligroso. La mezcla étnica y religiosa producida por la presencia de inmigrantes llegados desde el norte de Nigeria y Burkina Faso, unida a las carencias económicas, generó la aparición de pandillas y pequeños cárteles que hacían de las calles un terreno peligroso y muchas veces dominado por la violencia. Mariama, la madre de Kudus, trabajaba en el principal mercado de la zona y desde muy chico el pequeño Mo repartía sus horas libres entre el puesto de su mamá y las calles en las que se juntaba con los amigos para divertirse corriendo detrás de una pelota.
Su primer equipo, con diez años, fue el Strong Tower. “Es un club que entrena muchos talentos para el resto del mundo. Es conocido por formar a promesas”, explica. Su calidad y sus gambeteos con la zurda no pasaron desapercibidos para muchos cazatalentos que peinan el continente pobre. En un torneo impresionó a los ojeadores, entre ellos uno de ‘Right to Dream’, una academia de fútbol sin ánimo de lucro creada en 1999 en Accra “enfocada en la educación, el fútbol y, lo que es más importante, desarrollar sus personalidades al máximo”. Lo impulsó el inglés Tom Vernon, un exentrenador y posteriormente ojeador del Manchester United en África, A los 12 años ingresó en esa escuela, se forjó con su regate, sus cualidades y su atrevimiento. Pasó por el Nordsjaelland danés como primera etapa en su salida de Ghana, un club que Vernon y Right of Deam habían adquirido en los alrededores de Copenhague con la idea de ampliar su modelo formativo y servir de puerta de entrada en el fútbol europeo de los mejores valores surgidos en Ghana. Tottenham, Liverpool, Manchester United y Borussia Dortmund lo tenían en su agenda.
“Es un futbolista completísimo. Nos costaba encontrarle una posición porque es terriblemente versátil. Lo probamos tirado a una banda, de mediocentro... Puede jugar de falso 9 como lo está haciendo ahora en el Ajax, porque tiene mucha capacidad para bajar y asociarse, aunque para mí su posición ideal es la de un 10″, lo describió el español Pablo Moreno, entrenador de porteros en el Nordsjaelland en los años que coincidió con Kudus.
En julio de 2020 firmó por cinco años por el Ajax, en una de las mejores escuelas del mundo, a cambio de nueve millones de euros. Tenía 19 años. Se le anunció como “una de las mayores promesas de Ghana. En el club ‘ajaccied’ encontró algunas trabas. En la temporada 2019-20 marcó 11 goles en 25 partidos. La competencia era mayor y un par de lesiones consecutivas -meniscos y una fractura costal- le dejaron casi en blanco durante prácticamente toda la temporada 2021-22. De hecho, ante la falta de oportunidades había acordado con Everton su marcha a la Premier en el último mercado, e incluso se declaró en rebeldía para alcanzar su propósito, pero el club neerlandés se mantuvo firme y no lo dejó ir. Sebastian Haller había sido transferido al Borussia Dortmund la campaña anterior y Antony acababa de irse Manchester United, el momento de Mo había llegado, y él supo aprovecharlo. Olvidó sus deseos de dar la espantada y arrancó la temporada del Mundial como para que nadie más dudase de él. Superadas las lesiones, se ha desatado en esta campaña en el Ajax, con 20 encuentros, 952 minutos, nueve tantos y dos asistencias, rumbo al Mundial 2022, en donde está siendo una de las estrellas. Desde septiembre lleva 4 goles en el torneo de los Países Bajos y otros tantos en Champions League, algunos espectaculares. Su juego resulta deslumbrante. Qatar 2022 le abrió las puertas y se está mostrando al mundo.