Ter Stegen y Lewandowski, a un paso de la gloria...o el fiasco
El portero se juega el récord histórico de partidos encajados en LaLiga, mientras que el delantero tendrá que rematar el ‘pichichi’ para evitar sorpresas.
A Marc André Ter Stegen y a Robert Lewandowski se les puede acabar atragantando el final de temporada. Quizás mucho más al meta alemán, que se está jugando varios récords personales y colectivos, con especial atención a los goles encajados en una temporada en LaLiga, fijado en 18. Hace poco más de dos semanas todo el mundo daba por finiquitado este listón, que consiguieron primero Paco Liaño, con el Deportivo (1993-94) y luego Jan Oblak, con el Atlético (2015/16). Ter Stegen había encajado sólo once goles en 33 partidos y faltaban cinco jornadas para cerrar la temporada. Sin embargo, los dos goles encajados en el derbi y los otros dos que recibió ante la Real Sociedad, le han puesto en una situación ciertamente comprometida. Y es que con 15 goles, sólo le quedan dos tantos de colchón, a falta de tres jornadas, con el gran ‘handicap’ que el equipo no se juega absolutamente nada -sólo el prestigio- al tener el título de LaLiga ya en el saco.
Además de este récord que ahora mismo pende de un hilo, Ter Stegen también tiene otro récord entre ceja y ceja: sumar 26 porterías a cero en una temporada. Ahora mismo suma 25, por lo que está a sólo un encuentro más de lograr esta hazaña, superando de esta manera al meta checo Peter Cech, que con el Chelsea de Mourinho (2004/05) estuvo 25 jornadas sin encajar un gol.
Más fácil, a priori, lo tiene Lewandowski para afianzar su ‘pichichi’ y lograr unos números estratosféricos para ser su primera temporada en el fútbol español. Para empezar, aventaja en cinco goles a su inmediato perseguidor, el madridista Karim Benzema, gracias a los 22 goles que llevan su firma, por los 17 del francés. De hecho, en estas últimas décadas, sólo Ronaldo (34), Romario (30) y Eto’o (25) fueron capaces de una proeza mayor en su primera temporada. Y con los números en la mano, el delantero polaco aún está a tiempo de igualar e incluso superar al camerunés: restan tres partidos y tendría que marcar un mínimo de cuatro goles. Si lo consiguiera, se convertiría en el tercer mejor debut de un delantero en los últimos cincuenta años.