Ter Stegen, un poco más fuera
El partido de Szczesny en el Bernabéu y el regreso inminente de Joan García hacen bueno el plan del club, que no cuenta con el capitán. Mientras se cumplen tres meses de su operación, explora una cesión.
Este miércoles se cumplen tres meses de la operación que Marc-André Ter Stegen se practicó en la espalda. Justamente, el tiempo de baja que él mismo se diagnosticó antes de que el club enfureciese y le retirase la capitanía hasta que, finalmente, el alemán reculase y aceptase ser baja de larga duración. No se ha sabido demasiado del alemán en todo este tiempo, centrado en su recuperación. El club, especialmente a través de Deco, ha hecho declaraciones muy condescendientes con su portero, sin querer avivar un fuego que, tarde o temprano, reaparecerá.
Con Joan García más cerca que nunca de regresar después de su intervención en el menisco interno de su rodilla derecha, el sólido partido de Szczesny en el Bernabéu, penalti parado a Mbappé incluido, refuerza el plan inicial del club, que decidió renovar al polaco para que fuera el suplente de Joan García y acompañase el aterrizaje y crecimiento del ex portero del Espanyol. Más cerca de su regreso, a Ter Stegen le toca mover ficha. Si es que no lo ha hecho ya. El Mundial está a ocho meses vista. Nagelsmann cuenta con él para que, al fin, sea el portero titular de Alemania. Pero ese depende de jugar. Con contrato hasta 2028, y un salario altísimo, Ter Stegen no va a poner facilidades a su salida ni perdonará todo lo que le debe el club. Por eso explora la opción de una cesión. Según Sky Sports, el Chelsea es una opción.
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El alemán todavía se está reponiendo del golpe que ha supuesto para él saber que ya no era una prioridad para el club. En parte, tocó su orgullo porque a sus 33 años todavía se ve en plenitud. En la planta noble, sin embargo, había ya muchas dudas sobre su rendimiento incluso antes de la última lesión. Sus intervenciones en la rodilla y la espalda le hicieron perder mucha explosividad. Se había convertido, a ojos de algunos técnicos del club, en un portero vulnerable. Flick se lo demostró con hechos. Pese a estar recuperado, y lejos de las urgencias de Xavi la última vez que se había operado, confió en Szczesny para los últimos partidos claves del campeonato. Eso le dolió a Ter Stegen, que no viajó a Italia con el equipo y no quiso dar el discurso del alirón. Dos movimientos que socavaron su credibilidad como capitán. El paso de los meses ha hecho reflexionar al portero, que ya se abre a una salida porque puede estar ante una de las últimas grandes oportunidades de su carrera: vivir un Mundial como portero titular. Eso pasa, salvo lesiones indeseadas de Joan García o Szczesny, por salir de Barcelona aunque sea a préstamo.
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