INGLATERRA
Ten Hag y el fin de la década maldita del United
Diez años después de Ferguson, Erik ten Hag ha dado con la tecla. Campeón de la Copa de la Liga y ante otra final con la que tratar de evitar que el City ponga rumbo hacia un triplete que sería histórico.
Sir Alex Ferguson dejó el banquillo de Old Trafford en 2013. Viendo cómo Robin van Persie anotaba un triplete frente al Aston Villa para conquistar la vigésima liga del Manchester United. Un triunfo más sobre el Swansea y un abultado empate frente al West Bromwich Albion (5-5) cerraron el último curso del entrenador escocés al frente de los red devils. La etapa dorada del club mancuniano. Lo ganó todo. Incluidas dos Ligas de Campeones, ofreciendo la final de 1999 en el Camp Nou para la memoria colectiva. Inolvidable.
Tomó a un equipo en mitad de tabla y lo convirtió en superpotencia. Derrocó al Liverpool como el equipo más laureado de Inglaterra y los 16 puntos de ventaja sobre el City, segundo en aquella temporada 2012/13, presagiaban un traspaso de poderes plácido. David Moyes se encontraría con su nuevo equipo en la pole. El escocés, escogido por el propio Ferguson, no cumplió con las expectativas. Derrapó. Como hicieron los sucesivos entrenadores que pasaron por el infierno en que se convirtió el banquillo de Old Trafford.
Louis van Gaal ganó una FA Cup, y José Mourinho conquistó la Copa de la Liga y la Europa League. Tres títulos en una década supieron a poco para un club que, bajo la batuta de Ferguson, había conseguido 38 títulos en 25 años. Ni el querido Ole Gunnar Solskjaer ni el respetado Ralf Rangnick pudieron cambiar la cara a un gigante venido a menos.
Una década después
Diez años después, Erik ten Hag ha dado con la tecla. Campeón de la Copa de la Liga, el neerlandés espera cerrar su primera temporada en Manchester cosechando un segundo título y evitando que el City ponga rumbo hacia un triplete que sería histórico. Carácter, personalidad e impacto. A Ten Hag no le tembló el pulso y apaciguó las aguas del río Irwell a su paso por Salford y Old Trafford.
No tuvo problema en sentar a Harry Maguire, capitán del equipo, y solventó la compleja situación con Cristiano Ronaldo, leyenda convertida en quebradero de cabeza. Hombres de confianza como Lisandro Martínez o Christian Eriksen echaron un cable a Ten Hag, como lo hicieron también Raphaël Varane y Casemiro, aportando experiencia y galones. Confianza y seguridad. Marcus Rashford, cuya carrera parecía estancarse, ha logrado su mejor registro goleador, y Jadon Sancho también ha sido más regular que la temporada pasada. El joven Alejandro Garnacho apareció por sorpresa, ganándose el cariño de la grada. Ya tiene su propia melodía. En el Stretford End ya no le cantan vivas a Ronaldo sino al argentino.
Durante la década maldita del United, el Manchester City de Guardiola ha salido de la sombra y en las próximas semanas tiene la posibilidad de igualar un triplete que solo los red devils han cosechado en Inglaterra: Premier League, FA Cup y Liga de Campeones. Solo el Manchester United y el Inter de Milán pueden evitarlo, Erik ten Hag no parece estar demasiado pendiende de sus vecinos. “No se trata de evitar el éxito del Manchester City, sino de que nosotros ganemos la FA Cup”, explicó el neerlandés. “Queremos construir nuestro propio legado, nuestra propia era”.