Tchouameni, la Realidad Virtual y cómo aprendió a defender en el salón de su casa
El francés utilizó gafas de Realidad Virtual para simular que se enfrentaba a Osasuna y así conocer los movimientos del rival. Además, se fijó en movimientos de su amigo y azulgrana Koundé.
El pasado 30 de septiembre, Aurelien Tchouameni (23 años) se estrenaba como goleador con el Real Madrid. Fue un poderoso remate de cabeza tras un saque de esquina botado por Kroos. Era su partido número 59 como jugador blanco (entre todas las competiciones). Era lo único que le faltaba al pivote francés en sus dos años como jugador del equipo madridista… hasta que en ese mismo partido, y con todo decidido, una dura falta de Nacho acabó con el defensa expulsado y con una sanción de tres encuentros que debía cumplir. Para más inri, Militao y Alaba, otros dos centrales, estaban lesionados. Ancelotti debía encontrar una nueva solución: inventarse un defensa central para el encuentro ante Osasuna, y sin tiempo apenas, puesto que entre semana, los blancos tenían que viajar a Italia para medirse al Nápoles en un encuentro que iba a deparar la primera plaza del grupo en Champions.
Poco a poco Ancelotti fue barajando sus cartas: Mendy y Tchouameni eran los claros candidatos a formar pareja con Rüdiger. El primero es más ágil y veloz cuando tiene que actuar. El segundo, más físico, mejora en la salida de balón y es más contundente a la hora de defender, a la vez que impone su presencia. Esa semana, entre entrenamientos y viajes, Ancelotti fue perfilando su idea. Jugaría Tchouameni. Otro invento más del técnico italiano.
Y el francés se puso manos a la obra. A lo largo de los entrenamientos de esa semana, Aurelien se situó como pareja de Rüdiger en los partidillos. Ahí fue limando detalles. Por las tardes, en su casa, fue puliéndose más y más. ¿Cómo? Con unas gafas de Realidad Virtual. El francés simuló medirse a Osasuna para aprender los movimientos de los atacantes rojillos como el croata Budimir y de qué manera se tenía que situar para evitar quedarse en situaciones de inferioridad ante los futbolistas rivales.
Además, estuvo visionando también acciones defensivas de su íntimo amigo Jules Koundé (el azulgrana y el madridista suelen veranear juntos: se van a Los Ángeles a prepararse con Fabrice Gaultier, uno de los mejores preparadores físicos del mundo), sobre todo la manera de anticiparse al jugador rival. El resultado de su preparación aparece en el marcador: 4-0 para los blancos, la quinta portería a cero en nueve jornadas de Liga… aunque Aurelien vio la amarilla en la única falta que cometió en el encuentro ante los navarros.
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