Talavera-Málaga: el recuerdo de un polémico playoff que aún no ha prescrito
El Málaga vuelve a Talavera 27 años después de un playoff donde volaron los maletines, hubo gresca y se acusó a un portero de haberse vendido.


Este enfrentamiento entre Talavera y Málaga, correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, trae a la palestra uno de los playoff de ascenso a Segunda más polémicos y encendidos de la historia. Fue en 1998. Han pasado más de 27 años, pero aún no ha prescrito.
El actual CF Talavera de la Reina es heredero del Talavera CF que desapareció en 2010. Aquel equipo finalizó la Liga regular cuarto en el Grupo 1 de Segunda B mientras que el Málaga fue campeón del Grupo 4. Ambos se disputaban la plaza de ascenso con Beasain y Terrassa por sistema de liguilla. Por presupuesto el Málaga era favorito. En la primera jornada solventó con apuros su visita a Beasain (1-2), mientras que el Talavera caía en casa ante los egarenses (0-2).

La madre del cordero llegó a renglón seguido. El Málaga se tomó con cierto desdén la visita del Talavera. Y resulta que este equipo tenía como entrenador a un auténtico avanzado de su tiempo: Gregorio Manzano, que todos los días se recorría en coche los 325 kilómetros que separan Bailén, donde ejercía como profesor, de la Ciudad de la Cerámica.
El 31-5-1998, con una Rosaleda llena a reventar y ambiente cargado, Manzano puso a calentar a su equipo con bastante antelación al comienzo del choque, justo en el fondo donde se ubicaba el Frente Bokerón y en otras zonas. La gente silbó con vehemencia. El técnico pretendía con esto desgastarles en la animación. Lo logró. Morilla, a los 61’ igualó el gol de Guede (45’). Manzano sorprendió a Ismael Díaz con una propuesta inesperada. El Talavera se le atragantó al Málaga. Con 1-1 acabó la cita. El Terrassa hizo bien su trabajo y venció al Beasain.

Una semana después, los malaguistas visitaron El Prado acompañados por 1.500 seguidores. Fue un partido durísimo donde el Málaga se quedó con uno menos por expulsión de Bravo. Fran y Quini voltearon el 0-1 anotado, de nuevo, por Guede. El Málaga se llevó un bofetón de realidad y al final hubo incidentes con enfrentamientos entre jugadores y aficionados. Ambos se sintieron aliviados porque el Terrassa no pasó del empate ante los guipuzcoanos, ya descartados de la pelea por ascender. En la siguiente jornada el Málaga metió 4-0 al Beasain y el Talavera ganó 0-2 en tierras catalanas. Pasaba a ser máximo favorito.
Llegan las primas
Quedaban dos jornadas y un doble Málaga-Terrassa y Talavera-Beasain. Entonces el Málaga activó un ‘plan B’. El entonces presidente, Fernando Puche, echó el resto. Ofreció al Beasain una prima de 25 millones de pesetas (150.000 euros) si el Talavera no le superaba en ninguno de sus dos compromisos. Los jugadores del Málaga tenían como prima por cumplir el objetivo 100 millones de pesetas. 600.000 euros que hoy día es un buen dinero.

Y hubo más. Sergio García, dueño de La Cubana, un emblemático establecimiento en la zona de Benalmádena, Puerto Marina, aglutinó a los empresarios de la zona para ofrecer a los jugadores del Beasain unas vacaciones a todo trapo para ellos, familiares y amigos. “Que el Málaga esté en Segunda es muy importante para la hostelería de la Costa del Sol” explicaron.
El mismo día que el Málaga femenino ganaba la Copa de la Reina en Lleida al Lagunak (4-0 con actuación estelar de Auxi Jiménez), el equipo masculino se llevó un revolcón en Terrassa. 3-0. Pudieron ser más. Pero le quedaba un hilo de esperanza. El Beasain empató de manera sorprendente en Talavera (2-2).

Llegó la última jornada. El Málaga necesitaba vencer por tres goles de diferencia y que el Talavera no ganase en tierras vascas. Mientras Puche estaba decidido a echar a Ismael Díaz, en tierras cerámicas había suspicacias. Sergio Granados, portero del Terrassa, se había comprometido con el Mallorca, que tenía el mismo dueño que el Málaga: el Grupo Zeta de Antonio Asensio.
En Málaga nadie creía en el ascenso y La Rosaleda apenas registró media entrada y el Talavera fue a Beasain apoyado por unos 500 seguidores. Mientras los vascos se adelantaban en el marcador, los goles malagueños caían de manera surrealista. El primero de Guede tras recoger el rechace de un saque de puerta que pegó en la espalda de un defensa, el segundo un churro de Merino, el tercero con el meta visitante tirándose como a la piscina sin agarrar el balón y el cuarto, con un cabezazo de Guede evitable.

Sobraron 20 minutos, no se jugó a nada y la gente agarró las radios a ver que pasaba en el otro partido. Y las radios narraban tensión. Gandul empató a los 71’ y Cardoso tuvo la última. Mientras Málaga festejaba un ascenso inesperado, Terrassa y Talavera estaban irritados. El señalado fue Sergio Granados, que fue acusado de haberse vendido. De esto se habló en un artículo publicado en El País. Esto no se pudo demostrar. La cuestión es que se fue, en efecto al Mallorca. Pero no hizo carrera.
Noticias relacionadas
Los que se pegaron las vacaciones de su vida fueron los jugadores del Beasain y acompañantes, que recibieron gloria bendita. La pancarta con la que fueron recibidos pasó a la historia: “¡Gracias Beasain!”. A todo esto, los jugadores del Málaga cobraron 75 millones de pesetas. Puche les descontó la parte del Beasain. Cuando le fueron a pedir explicaciones, esta fue su respuesta: “Al Málaga lo he subido yo”.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar