Stoichkov, historia armera
El fichaje del gaditano por el Alavés pone fin a su idilio de tres años con el Eibar, donde ha sido su máximo estandarte.
Se acabó el culebrón. Pese a la demora, el fichaje de Stoichkov por el Deportivo Alavés ya es una realidad y su llegada al glorioso trae consigo el final del gaditano a tres años de éxito en el Eibar. O por lo menos en el ámbito personal. El ‘19′ ha dado 46 goles y 12 asistencias desde que hace tres años aterrizara en Ipurua con el cartel de uno ser uno de los delanteros de la categoría. Ahora se despide por la puerta grande, siendo el 4º máximo goleador de su historia, dejando dinero en la caja, y lo que es más importante, con el cariño y el honor de toda la afición eibarzale. Aunque su máxima premisa no pudo ser cumplida. El de San Roque (finalmente la torpeza de su ayuntamiento con el anuncio anticipado quedó en anécdota) soñó y luchó por devolver al conjunto azulgrana a la máxima categoría. Tres intentos fallidos más tarde no lo consiguió y ahora se ve obligado a abandonar el club por el que lo dio todo con el objetivo de cumplir su sueño.
Su sentimiento armero es irrefutable. Club, afición y jugador han sido uno. Por difícil que le fuera, al jugador adentrado en la treintena de edad no le ha quedado más remedio que recorrer los 62 km que separan Ipurua de Mendizorroza con tal de convertirse en jugador de Primera División. Una dura decisión que el propio futbolista ha intentado trasladar en la carta de despedida a la entidad en la que echó raíces. “Llegó el momento que nunca pensé que llegaría. El momento de decir adiós. Quiero dar las gracias por a la directiva por haber hecho posible mi fichaje por este grandísimo club”, figura en el mensaje del delantero. Después de despedirse de todos los trabajadores del club, el gaditano ha ensalzado la labor de toda la hinchada: “Gracias, gracias y gracias. Llegué a este magnífico club hace 3 años y desde entonces he tenido la suerte de vivir muchos momentos felices, otros muy duros, pero siempre habéis estado del lado del equipo. Vosotros sois el verdadero motor de la SD Eibar”.
A su vez, tampoco se ha olvidado del ansiado y frustrado intento de ascenso: “Me marcho triste por no haber logrado el objetivo que tanto os merecíais. Pero siempre seré un armero más y estoy convencido de que volveremos a ver el club en el lugar que se merece”. Su huella es imborrable. Stoichkov ya forma parte de la historia armera. Una figura que se agranda aún más con el gesto de la renovación. En su último año de contrato, el goleador optó por renovar con el fin de sanear las cuentas armeras, pese a su sobresaliente rendimiento en los últimos años y a sabiendas de que la nueva cláusula le podía entorpecer en sus aspiraciones de jugar en la categoría reina. Su facilidad para ver portería, sumada a su compromiso tanto dentro del campo como fuera de él, hacen que Ipurua llore por su pérdida. Era uno de los jugadores más queridos dentro de la afición y su recambio no será fácil de encontrar. Pero al Eibar no le queda más remedio que renovarse. El gaditano más eibarrés ya es historia.
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