Solari, el hombre en la recámara

Habían trascurrido unas horas tras la victoria terapéutica ante Osasuna, cuando Santiago Solari (Rosario, Argentina, 48 años) abandonaba junto a su familia el interior del restaurante De María. Antes, se había saludado con Fede Valverde con el que coincidió en el establecimiento ubicado en las cercanías del coliseo madridista. El ahora Director de Fútbol del Real Madrid parecía calmado tras una tensa semana, con dos abultadas derrotas en el estadio blanco (ante el Barcelona 0-4 y el Milán en Champions, 1-3) y la dura tarde ante el equipo pamplonica, con tres jugadores blancos lesionados, uno de ellos, Eder Militao, se perderá toda la temporada, como ya le sucediera el pasado curso.

Habitual en las gradas del Di Stéfano, ya sea viendo partidos del Castilla o de la Youth League, Santi Solari se está convirtiendo en una de las grandes bazas a suceder a Carlo Ancelotti siempre y cuando el técnico italiano no se vea con la suficiente fuerza como para enderezar la temporada del equipo blanco, algo que también se ve improbable desde las plantas nobles de las oficinas que el equipo blanco tiene en Valdebebas. El mal resultado cosechado ante el Barcelona y la siguiente derrota ante el Milan han dejado al de Reggiolo en una situación comprometida, pero de la que ha sabido salir con la cabeza alta en otras ocasiones. Ahora la situación se ha vuelto más complicada todavía. Sus malos resultados en la Champions: dos derrotas ante equipos que, supuestamente, eran inferiores (Lille y Milan), sumado a las recientes lesiones (Militao, Lucas Vázquez y Rodrygo: ninguno llegará al partido ante el Liverpool en Anfield) más la necesidad de sacar algo positivo de su visita a tierras inglesas hacen que el puesto del entrenador italiano esté en duda. La aparente mejoría ante Osasuna invita a cierto optimismo, pero...

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Y aquí es donde aparece la figura de Santiago Solari como hombre en la recámara si los resultados no se enderezan. El técnico argentino ya sabe lo que es coger las riendas de un equipo como el Real Madrid a mitad de una temporada y capear el temporal… aunque su experiencia no fue halagüeña, sí puso los cimientos para el futuro apostando por tres jugadores de la cantera de los que sólo sobrevive en el club blanco, y de qué manera, Vinicius… Los otros dos fueron Sergio Reguilón, ahora en las filas del Tottenham, y Marcos Llorente, que cambió de acera marchándose al Atlético de Madrid en 2019.

Solari fue nombrado entrenador (interino, procedía del Castilla) del primer equipo en octubre de 2018. Sustituía a Lopetegui, que venía de caer estrepitosamente 5-1 ante el Barcelona en un Clásico que se decidió en el tramo final. Parte de que fuese elegido la tuvo la plantilla blanca, que en el interior del Camp Nou avisó de que no quería a Antonio Conte como relevo de Julen Lopetegui. Fue Sergio Ramos, capitán del equipo, quien lanzó el mensaje negativo del plantel: “El respeto se gana, no se impone. Ni un nombre ni otro. Hemos ganado todo con entrenadores que ya conocéis, al final la gestión del vestuario es más importante que el conocimiento técnico de un entrenador…”. Solari, hombre de club, fue el elegido. Había sido jugador blanco (fue fichado por Lorenzo Sanz) y en 2005 puso rumbo al Inter de Milan: era uno de los dos jugadores que el Real Madrid había acordado con el equipo interista como parte del pago por el traspaso de Ronaldo en 2002 (el otro futbolista fue Luis Figo). Tras retirarse, inició su carrera como entrenador en España, concretamente en las categorías inferiores del equipo blanco en 2012. Poco a poco fue convirtiéndose en un hombre de club, como Luis Molowny y Vicente del Bosque, entre otros.

Pero los datos de Solari como máximo responsable técnico del Madrid no fueron muy buenos: 31 partidos jugados, con 21 ganados, dos empatados y ocho perdidos. Con 67 goles a favor y 36 en contra. Fue cesado en la primera semana de marzo tras perder y ser eliminado en Champions ante el Ajax (1-4), en Copa, y perder dos veces ante el Barcelona (en Copa y en Liga). Su registro además marca que es el peor entrenador en la historia del Madrid jugando como local con un 43% de derrotas en el Bernabéu. Murió con sus ideas; apartó a jugadores como Isco y Marcelo. También sentó a Bale, pero asentó a Vinicius en el primer equipo, defendiéndole a capa y espada: “Para mí lo de Vinicius es sencillo: es tiempo y juego, ¿no? Tiempo porque tiene todo el tiempo por delante, tiene apenas 18 años. Y por supuesto que el oficio y la experiencia van haciendo a los futbolistas. Y juego, porque para tener esa experiencia por supuesto que tiene que jugar”. El tiempo le ha dado la razón. Ahora espera que ese tiempo permita a Ancelotti a darle la vuelta a la situación. Mientras, en la directiva le ven como un entrenador interino hasta la llegada de Xabi Alonso. Quien sabe si en 2025…

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