Sergio León, un ‘9’ de vieja escuela
El delantero cordobés estrenó titularidad anotando su segundo gol con la elástica azulgrana, para romper la sequía en Ipurua: “Lo que nos hace grandes es que podemos recuperarnos de esos golpes”.
Los delanteros viven de los goles. Este tópico futbolístico, que con la irrupción del ‘9′ moderno capaz de aportar más variantes a su entrenador (desmarques, guardar balones, estirar al equipo, primer hombre en presionar al rival…) que tan solo el propio gol, se encuentra en pleno declive, aunque descubre en Ipurua uno de esos artilleros de vieja escuela que lo refrenda. Y a pesar de que Sergio León es mucho más que un goleador, su facilidad para generar registros recuerda al delantero centro nato que brillaba en otra época y que en la actualidad parece extinguirse. Ese ariete con olfato para encontrar portería, con oler sangre cuando ningún otro lo haría. De esos que siente el área como su jardín. Tal y como pudo corroborar el pasado sábado. El ex del Elche celebró su vuelta a una titularidad, que no lo hacía desde la 10ª jornada, cuando los ilicitanos recibieron la visita del Elche, anotando su segundo gol desde que se enfunda la zamarra azulgrana. Con una media de una diana cada 83′.
Gracias a la buena presión armera, Sergio recibió en el área del Villarreal B un balón robado por Matheus y que él mismo se encargó de asistir. El ‘11′ del conjunto guipuzcoano no perdonó, y tras dejar en el suelo a su par mediante un recorte, definió a placer. “Contento por poder ayudar al equipo con un gol”, declaró el atacante. No obstante, su trabajo no acabó ahí. Durante la hora que duro sobre el tapete, el cordobés libero a Stoichkov por todo el frente de ataque, ofreciendo movilidad por la última línea y ganando el 71% de los duelos ante los centrales del filial amarillo. Su esfuerzo no pasó desapercibido para la parroquia armera, que agradeció su desempeño ofreciéndole una ovación de altura. Dado a su vuelta a un once inicial, que coronó celebrando un gol, el artillero no ocultó su felicidad: “Llevaba mucho tiempo sin jugar de inicio desde la jornada 10 que me lesione. Me ha costado mucho trabajo. La recompensa del día a día ha hecho que jugara de inicio. No me lo esperaba”.
Después de media temporada en el Elche, donde no ha tenido la continuidad necesaria, León recuperó la sonrisa de Ipurua, a la par que lo hacía la suya: “Sabíamos que los puntos eran muy importantes después del batacazo del otro día. Lo que nos hace grandes a nosotros es que podemos recuperarnos de esos golpes. Hoy lo hemos demostrado”. A la sombra de un Jon Bautista en plena racha, el experimentado delantero ha vivido condenado al banquillo desde que aterrizara en la localidad guipuzcoana. Hasta que Etxeberria le dio la oportunidad de comenzar desde el inicio ante el Minisubmarino y el ‘11′ no la desaprovechó. Ahora, la pelota queda en el tejado del técnico elgoibartarra que en Pucela tendrá que apostar por el estado de forma del killer de Mahón o hacerlo por el instinto goleador de Sergio León. Ganas no le faltan al andaluz. “Este es el camino, a hacernos fuertes en Ipurua y conseguir los tres puntos en Valladolid”, concluyó hambriento de hincarle el diente a más víctimas.
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