Serantes: “Contra el Atlético jugué con el hombro roto”

El Wifi del hotel en el que todavía vive Jon Ander Serantes (Barakaldo, 35 años), recién fichado por el Gifu de la Tercera División japonesa, debe ser extraordinario. La conversación por WhatsApp suena impoluta. Y la voz del portero, tan vacilona como siempre. Hay cosas que no cambian. La naturalidad de esta leyenda del Leganés es una de ellas

Héroe del primer ascenso pepinero a Primera, ahora apura los últimos sorbos de su carrera a punto de ser papá (la criaturita se espera para marzo) y con la prudencia que le aporta la madurez de los años y la distancia con la que mira el fútbol. La vida. Sin diques que frenen sus pensamientos, Jon habla a corazón abierto en la previa de un Leganés – Atlético como el que le colocó en los titulares de toda la prensa deportiva española allá por agosto de 2016.

En el debut de Butarque como estadio de la élite, lo paró todo y forzó un 0-0 con mucha intrahistoria detrás. Jon jugó lesionado, repleto de dolores y a las puertas de la que sería poco después la lesión que lo retiró de Primera. En noviembre se rompió la rodilla y ya nada volvió a ser como antes.

¿Qué tal le trata la vida?

Muy bien. Encantado en Japón. Juego al fútbol a un nivel no tan profesional… pero encantadísimo. A pesar de no ser una categoría top, las instalaciones, trato al jugador, los campos, todo es una maravilla. Te sientes profesional. Eso es lo que me gusta.

Juega en una especie de Primera RFEF, ¿no?

Sí, pero como lo querían hacer en España, profesional, con solo un grupo. Lo dan en DAZN. Aquí hasta la tercera categoría lo tratan como si fuera profesional.

¿Le da los horarios para seguir LaLiga?

Sí, a ver… es más complicado. Pero como yo después de los partidos me cuesta dormir, pues empalmo los cuatro partidos de la noche aquí hasta que me dan las seis y pico de la mañana.

¿El Lega – Atleti le dará para verlo?

Pues aquí serán las 00:15 cuando empiece y no sé yo… es que aquí me he acostumbrado a dormirme muy temprano, a las 20:00 o así… Como no me pille desvelado, no sé si podré verlo.

Si lo ve le traerá recuerdos chulos…

Sí, ¿eh? Parece otra vida aquello…

Qué locura de partido aquel de verano…

Mi carrera y mi vida siempre ha sido una montaña rusa. Y en ese momento me tocó la cima máxima. Fue un momento precioso aquel empate y aquella actuación mía. Siempre me sacará una sonrisa un Lega – Atleti.

¿Qué recuerda?

Me acuerdo de todo. Te lo juro. Me acuerdo de ver la alineación del Atlético de Madrid y alucinar. Los nervios de debutar en Butarque en Primera. El ambiente, que era brutal. Una pasada. Que vinieron a verme amigos desde Barakaldo… joder… ¡Ah! También recuerdo que no tiramos a puerta.

Ni falta que hizo…

Defendimos muy bien. Tuve suerte, la verdad. Porque hay días que no te sale nada. Que no tienes opciones de parar. Pero ese día tuve opciones. Una pasada.

Me acuerdo de todo. Te lo juro. Me acuerdo de ver la alineación del Atlético de Madrid y alucinar. Los nervios de debutar en Butarque en Primera. El ambiente, que era brutal. Una pasada. Que vinieron a verme amigos desde Barakaldo… joder… ¡Ah! También recuerdo que no tiramos a puerta.

Serantes, ex portero del Leganés

¿Se lo preparó mucho?

Sí, sí. Me encanta eso de ver vídeos. Es curioso porque la gente dice que me imagina siendo entrenador o entrenador de porteros. Y yo no me veo… pero lo de devorar vídeos de rivales, de jugadas y demás… eso me encanta. Pero eso a veces no vale.

¿Perdón?

Pues que en medio del partido se te olvida lo que has visto. O el rival hace algo totalmente nuevo. Eso me pasaba contra los grandes, que eran tan buenos que salían por donde querían.

Pero ante el Atlético hizo varios paradones que le permitieron irse al primer parón de selecciones con dos metas a cero y siendo Zamora de Primera…

Se montó mucho revuelo, la verdad. Pero no me afectó ¿eh? Yo siempre he tenido las cosas claras. Para mí ya sólo haber tocado la Primera era algo impensable…

Suele pasar…

Pero es que hasta jugar en Segunda B me parecía una pasada. Cuando subí a los entrenamientos del Barakaldo, que estaban en esa categoría, veía la diferencia y decía: “¡Buah, no creo que llegue a Segunda B!”. Así que no me flipé demasiado…

Cuente la de la entrevista postpartido…

¡Esa fue muy buena! Alguien me dijo que si después de esa exhibición pensaba en la selección y me quedé mirándole al que me hizo la entrevista en plan “¿Pero tú estás loco, o qué?”

Pero esa humildad es buena…

No sé yo…

¿Por?

Pues porque hay jugadores que se lo creen tanto que al final lo acaban consiguiendo. Pero yo no he tenido ese puntito. Mira que yo soy muy pasional en el campo, pero luego fuera nunca me lo he llegado a creer. Nunca llegué a creerme que pudiera estar muchos años en Primera o lograr incluso cotas mayores.

Y si se le subía a la cabeza, Garitano ya se ocupaba de bajar los humos…

Sí, eso es verdad. Pero no lo hacía sólo conmigo, lo hacía con todos. Era un vinagreta. Siempre estaba tirando puyas a todo el mundo. Conmigo lo tenía fácil en ese momento. A nada que te relajabas, te la tenía preparada y te esperaba con el cuchillo…

¿Quién le impresionó más de aquel partido?

Sí, sí, sí… has dado en el clavo con la pregunta.

Uy…

Es que he jugado contra todos los tops de aquella época y el que más flipado me dejó fue Filipe Luis esa noche. ¡Filipe Luis!

¿Qué me dice?

Tal cual. Me acuerdo de una jugada ya casi en el descuento, que le meten una pedrada que iba a la altura del pecho… buah, imposible de controlar. Yo ya pensaba que se iba a saque de banda a favor nuestro, que nos tirábamos todos al suelo a perder tiempo y a empatar el partido.

¿Y qué pasó?

El tío metió un salto, la controló que se le quedó pinchada en el pie perfecta. Según la controló, me entró cagazo de admiración. Me acojonó pensando que era la jugada de su gol…

En el lado opuesto, ¿lo peor fueron los insultos de Jordi Alba en el 1-5?

Sí, sí… a ver… yo entonces también era muy caliente. Entraba rápido al trapo. Pero me sorprendió. ¿Qué necesidad tenía un jugador como Jordi Alba de decirte nada? Que encima iban metiéndonos un señor meneo. Porque si hubiera sido esa noche del Atlético, que iba 0-0 contra un recién ascendido… pues entiendes el calentón. Me sorprendió mucho. Como lo de Messi.

¿El qué?

Que no había manera de cazarlo. Recuerdo que Omar Ramos me decía que en ese partido le perseguía para darle con todas sus fuerzas pero que no le daba y si le cazaba. Se callaba y seguía jugando. Pero Jordi Alba, no. Saltaba a todas. Como Vinicius ahora.

Eso, ¿qué le parece?

La gente le tiene tanta manía porque entra al trapo con todo. No puede ser…

Si le hubiera pillado a usted jugando…seguro que algo le habría provocado en algún córner.

Seguro, segurísimo vamos… ya ves… tío… que juegas en el Madrid. Ganas todos los partidos. Qué necesidad tiene ese jugador de hacer esas tonterías todo el día. Suerte que juega en el Madrid y tiene la protección que tiene. Le salvan todo. En cualquier otro equipo no podría jugar.

Qué necesidad tiene Vinicius de hacer esas tonterías todo el día. Suerte que juega en el Madrid y tiene la protección que tiene. Le salvan todo. En cualquier otro equipo no podría jugar.

Serantes, ex portero del Leganés.

¿Echa de menos esos años?

No te creas…

¿Qué me dice?

Es que aquello de Primera era una burbuja. No es un ambiente de fútbol, de barro… como nos pasó el primer año en Segunda. Decíamos de coña que éramos una selección de Segunda B. Pero había risas, éramos amigos todos. Las tonterías del día a día en el vestuario. Nos quedábamos después de entrenar ahí al lado a tomar cervezas… eso en Primera se pierde…

Todo más encorsetado…

Sí… se pierde esa naturalidad. Hablar más de fútbol. Eso es lo que a mí me gusta. Tampoco te creas que lo echo de menos…

Aún así, a la lesión aquella que le bajó de Primera, le habrá dado muchas vueltas.

Eso sí. Te queda la duda de saber hasta dónde podría haber llegado… pero también te digo, yo venía ya hecho una mierda. Tenía el hombro fatal, con el supraespinoso roto. Tenía que jugar infiltrado, con dolores. No pude disfrutar del fútbol en Primera. No tuve ni un partido sin dolor. Me pasó factura.

¿También contra el Atlético jugó con dolores?

Sí, sí. Yo desde el año del ascenso jugué con dolores. Ese año te ves arriba, te ves arriba… y no quería parar. Pero yo tenía el supraespinoso roto desde hacía mucho tiempo. Con muchísimo dolor jugaba. Muchos partidos infiltrados. Muchos días no podía ni levantar el brazo. Cuando me rompí la rodilla, decidí también operarme el hombro… y fue un desastre todo.

Y tanto…

Lo pasé fatal. La rodilla se me rompió y todavía hoy tengo molestias de aquello. Te queda la pena ésa de decir que sí, que llegué más lejos de lo que jamás pensé, pero que por otro lado pensaba qué podría haber hecho de haber estado bien. Mira, a veces me comparo con Dmitrovic.

¿En qué sentido?

Inició la carrera como yo. Empezó en el Alcorcón, los dos en Segunda, y empezó a hacer carrera en Primera hasta ir dando saltos y acabar bien arriba. Ahí sigue. Pero yo estoy muy agradecido por todo lo que he vivido.

Usted vivió un caso Olmo, pero con otro final: lo tuvieron que ceder al Cartagena B para dejarle su ficha a Amrabat.

Yo lo que he tenido claro hasta el final de mis días en el Leganés era que siempre que pudiera, ayudaría al club. Me he equivocado en muchas cosas, lo sé. Me he arrepentido de muchas cosas allí… pero siempre quería ayudar al club. Nunca quise ser un problema. Y sí, tomé aquella decisión porque era la mejor para el club.

¿Qué le parece ahora el Lega?

Una pasada. Unos guerreros que pelean como pocos. Es lo que ha pasado con Haller. Quizá no tenía claro dónde iba. El Leganés es un equipo humilde, con ilusión. Ahí se va con garra, con ilusión, a darlo todo. Igual estás acostumbrado de venir a equipos grandes y te pilla de sorpresa y no eres capaz de adaptarte al ritmo, la intensidad y lo que se exige. Da gusto ver cómo compiten. A veces sale mal… pero con un presupuesto limitado, están en cuartos de Copa, compiten en todos los partidos de Liga, ganaron en el Camp Nou…

Usted estuvo en aquella campaña de semis en Copa ante el Sevilla… ¿se puede repetir?

Sí, claro que sí. Están ahí ya. Lo tienen a tiro de piedra. Está todo ahora más complicado. Pero el Lega está por méritos propios. Puede competir con cualquiera.

Y de Dmitrovic, ¿qué me cuenta?

Pues bien… es un buen portero… pero fíjate que cuando quitaron a Juan Soriano me dolió.

¿Y eso?

No sé… mira que no lo conozco, ni tengo ninguna relación con él. Pero me dolió. Porque lo estaba haciendo bien. Pero al final viene Marko, que es un gran portero, con mucha experiencia y oye… al final Borja apostó por él y está demostrando que fue buena apuesta. Que sigan así, juegue quien juegue.

De su época sólo sigue Txema Indias, que acaba contrato. ¿Cree que es importante que siga?

Yo te diría que sí. Es un puente importantísimo con los jugadores. De saber lo que sienten, lo que pueden necesitar cada jugador. Cada jugador es un mundo. Y él era un puente en mi época clave. Siempre te ayudaba, siempre estaba dispuesto a ayudar. A tender la mano. Su trabajo, además, de fichar, está siendo excelente. Y si no sigue ahí, seguro que trabajo no le faltará. Como persona es un 10.