Un Ferrari con neumáticos de marca blanca

El Real Valladolid perdió en La Romareda un partido muy igualado en el que dos decisiones arbitrales fueron claves, pero en las que no se debe escudar ningún blanquivioleta porque durante muchos minutos el fútbol estuvo desaparecido, haciendo de Cristian Álvarez un auténtico espectador. Los pucelanos tuvieron un buen tramo antes de las polémicas y en los últimos 10 minutos, pero no fueron suficientes para sacar nada positivo de Zaragoza, ante un equipo que se autoproclama como rival y candidato al ascenso pese a estar en la jornada 2.

El VAR es una broma. Resulta difícil entender su funcionamiento o lo que ven desde Las Rozas, cuando el común de los mortales ve en la tele otra cosa. Francés parece que se acomoda el balón con la mano para rematar, pero el señor Gálvez Rascón no lo apreció... mientras que minutos después Ávalos Barrera decidió obviar el penalti sobre Cedric y Monchu con un fuera de juego, que el reglamento, por cierto, no anula. Y sí, hubo otro penalti de Boyomo a Azón, pero es que de donde no hay no se puede pedir más. El fútbol español es un Ferrari, con neumáticos (arbitrajes) de marca blanca.

Lo peor de estas jugadas relatadas antes es que al Real Valladolid lo desconecto hasta los últimos 10 minutos. Porque hasta el gol que decide el encuentro, éste había sido muy equilibrado con un conjunto pucelano muy serio y un correcalles de área a área en el que no se sumaban grandes ocasiones. Los de Pezzolano controlaban el partido. El festival arbitral volvió locos a los pucelanos, a unos más que a otros, y el fútbol blanquivioleta desapareció muchos minutos hasta que con los cambios el juego mejoró e Iván Sánchez mandó al larguero su disparo y a Lucas Rosa se le fue el tiro por centímetros. Demasiado poco para puntuar.

Y después está el análisis que hay que hacer de los mensajes de Pezzolano. No quiso entrar en la polémica de las jugadas decisivas, ya ha aprendido como se las gasta la Liga, pero empezó a dar pistas de lo que piensa. Asenjo, Amallah, Narváez, Vallejo, Malsa y Fresneda fuera de la convocatoria, teniendo en cuenta que los cuatro primeros sí estuvieron ante el Sporting. El marroquí y el lateral parecen estar cerca de salir y el resto se le invita a hacerlo. Segunda mensaje: adiós a Rofino. El técnico prefirió meter a Quintana, que no es central. Tercero: poca confianza en Boyomo. Por segundo partido consecutivo, sin más centrales, lo cambió y terminó jugando con dos centrocampistas en el centro de la defensa. Cuarto: cuenta con Kenedy. Volvió a darle 45 minutos, aunque el brasileño estuvo en el mismo tono gris que la mayoría de sus compañeros. Quinto: el club debería firmar un lateral izquierdo porque en vez de sustituir a Escudero por Garri, el técnico metió a Lucas Rosa.

Conclusión: El Real Valladolid peleó ante un equipo más hecho con la mitad de la convocatoria, prácticamente, formada por jugadores del Promesas, pero necesita más. Por lo visto ayer y los mensajes del técnico el equipo necesita uno o dos centrales, un lateral izquierdo, dos extremos y dos delanteros... y el tiempo corre...

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