El Depor de Gilsanz también sabe divertirse
El conjunto blanquiazul dio un recital ofensivo ante el Albacete en pleno debate sobre la renovación del técnico y su perfil conservador. Fue la cuarta goleada en sus 26 partidos.
El Deportivo logró este domingo su permanencia matemática tras vencer al Albacete y dejar al Eldense a 13 puntos de distancia con sólo doce en juego. Al final del partido, las pantallas de Riazor iluminaban un estadio apagado con un mensaje: “Primero objetivo conseguido”. El otro, se llama playoff, y más que objetivo es casi una quimera. Los coruñeses están a nueve puntos del sexto clasificado, el Almería (62 puntos); eso sí, con el golaveraje particular a favor. Además, tiene por encima a Córdoba (54), Huesca (58) y Granada (62). La fecha en la que la pelea por la promoción de ascenso sea imposible es importante para el futuro de Gilsanz, ya que Fernando Soriano aseguró que entonces “será el momento” para abordar la posible renovación del técnico de Betanzos.
El tiempo que resta hasta esa cumbre con Gilsanz no es baldío, ya que aunque los números avalan totalmente al técnico blanquiazul, también debe luchar contra otros elementos que juegan en su contra. Uno de ellos es la etiqueta de entrenador defensivo. Es cierto que en su plan para reiniciar a un Depor que cogió en descenso estaba aumentar la solidez del equipo. Así, mantuvo el esquema (4-2-3-1) y la idea de equipo de posesión con presión adelantada, pero con su matiz: replegar en bloque de inmediato en caso de pérdida. Con esta idea de un equipo que compita siempre y reconocible, enlazó nueve jornadas sin perder hasta El Sardinero que valieron para alcanzar los míticos 50 puntos.
Con ese cartel de entrenador reservón, muy alejado del gusto de la grada de Riazor, el Deportivo demostró ante el Albacete que también sabe divertirse. Puede que por el estilo del rival; puede porque ambos no se jugaban y casi nada; o puede que por la debilidad de la defensa manchega. Por lo que sea, lo cierto es el equipo disfrutó en el campo y la afición en la grada. Fueron una exhibición liderada por el show de Yeremay, pero también más cosas. El Depor remató 20 veces, 15 de ellos efectivos con nueve disparos a portería. Todos, para lograr cinco goles y dos postes (Soriano y Yeremay) que impidieron un marcador de escándalo.
Esta goleada no es la primera que se consigue con Gilsanz al mando, fue la cuarta en sus 26 partidos en el banquillo. Los blanquiazules lograron un marcador exactamente igual en Riazor ante el Castellón (5-1) y dos a domicilio ante Cartagena (1-5) y Cádiz (2-4). Así, numéricamente la etapa del preparador de Betanzos ha dejado un total de 42 goles a favor (1,6 por partido) y 25 en contra (0,96). A día hoy, El Depor de Gilsanz lleva más goles que siete equipos en toda la temporada (12 partidos más): Racing de Ferrol, Cartagena, Burgos, Tenerife, Eibar, Eldense y Málaga. Numéricamente, el de Betanzos presenta una tarjeta de servicio de playoff con 43 puntos sobre 78 posibles y algún dato más: once victorias y sólo cinco derrotas, de ellas sólo dos veces por más de un gol (Mirandés y Eldense).
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