Radovanovic: “Los chicos de mi generación nacimos estando en guerra”
Aleksandar Radovanovic recordó sus inicios jugando en la calle durante la guerra de Yugoslavia, su paso por varios países y su deseo de lograr la salvación para el Almería.
El central serbio concedió una entrevista en la radio oficial de la UD Almería donde habló de todo un poco. Tras jugar tres partidos a muy buen nivel se ha consolidado como un líder en la zaga.
Experiencias en otros países. “Estoy muy feliz de estar en este club y jugar en la Liga española. He tenido muchísimas experiencias en el mundo del fútbol. He estado tres años en Francia, tres años y medio en Bélgica y media temporada en la MLS jugando en el Austin. Fue un gran cambio para mí. Todos conocemos a los americanos, ellos hacen un gran show de todo, cuando va a empezar el partido, la previa, la presentación de los jugadores. Pero también tienen unas grandes condiciones de entrenamiento y juego. Es un sistema parecido al de la NBA y al final están consiguiendo atraer a más jugadores buenos que vienen desde Europa o a retirarse o dar sus últimas temporadas de nivel. Para ser honesto, todavía están a un nivel bastante lejos del europeo”.
Partido a vida o muerte en Balaídos. “Todavía estamos a tiempo, pero esta puede ser la última oportunidad de empezar una pequeña racha para acercarnos a una zona segura en la clasificación. De verdad creo que tenemos esa capacidad para conseguirlo”.
Motivación. “Antes de llegar aquí vi los partidos de la primera vuelta del Almería. Sabía que es un equipo con calidad y capacidad, pero he visto también que las lesiones y decisiones arbitrales nos han afectado mucho. Al final es una losa que pesa mucho en el transcurso de la temporada. Sí cada uno da el 110% podremos levantar la situación. El primer paso es ganar este viernes al Celta”.
Su primera experiencia en España tras estos tres partidos donde ha participado. “Hay mucho trabajo y dedicación por parte del staff y de los jugadores, que me han ayudado mucho para que mi adaptación haya sido más rápida. Todo el mundo habla en inglés, sobre todo muchos compañeros en la defensa. Eso me ha ayudado bastante a conocer rápido los aspectos tácticos”.
Inicios en Serbia. “Comencé a jugar al futbol muy temprano. Mis primeros recuerdos son de jugar en la calle. Intentábamos entrenar en una academia de fútbol, pero en el año 1999 era muy difícil por la situación bélica. Entrenabas y sonaban las alarmas y te tenías que meter dentro de casa, era muy difícil jugar allí y desarrollarnos. El fútbol siempre ha sido lo más importante para mí y así es como crecí, daba igual donde estuviera porque la pelota siempre me acompañaba”.
Infancia complicada. “Nací en 1993 y cuando estaba en la escuela nos encontrábamos en mitad de una guerra civil, justo en la edad en la que te tienes que desarrollar y eso influye muchísimo en tu carácter. Mi familia siempre me dijo en Serbia que si tu querías conseguir algo tendrías que luchar por ello, dar siempre el 110%, y eso lo he plasmado toda mi vida en el campo. Para mí cada partido es como estar todavía en esas batallas porque al final yo lo que quiero es ayudar a mi equipo. En cada entrenamiento, en cada partido, siempre doy el máximo para ayudarme a mí y a los míos.
Aprendizaje. Yo me formé en Serbia, donde lo principal a la hora de defender es generar seguridad y el que objetivo es jugar simple. Sin complicaciones atrás. Esa es la manera de entender el fútbol en Serbia a nivel defensivo. Todos los chicos de mi generación nacimos cuando estábamos en guerra. Nos teníamos que desarrollar y estar en esa situación. Eso influía en tu carácter. Si querías conseguir algo tenías que dar el 110% y eso que me enseñaron de niño lo aplico en el fútbol. Eso se quedó muy marcado en mi carácter”.
Su tatuaje en el cuello. “Tengo este tatuaje desde hace unos 7 años. Es una cruz ortodoxa que representa la fe de mi gente en Serbia. Para nosotros es muy importante porque hemos luchado mucho por continuar con nuestras tradiciones y lo llevo en el cuello porque representa mi fe y mi fuerza”.