OSASUNA

¿Qué le pasa a Budimir?

El croata no está siendo el de otras temporadas. En su haber en estas nueve jornadas, dos goles, una asistencia y siete disparos entre los tres palos.

Budimir pelea un balón durante el partido ante el Getafe.
Oskar Montero
Uxue M. de Zúñiga
Corresponsal de Osasuna para AS desde 2002 y colaboradora de la SER en Pamplona además de tener una pequeña empresa de comunicación. No podría elegir entre el periodismo escrito o la radio. A diario puedes leer sus noticias y crónicas de Osasuna en As. Cuando más disfruta es cuando puede hacer un reportaje o entrevista que se sale del día a día.
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Desde que llegó a Osasuna, Ante Budimir ha ido pulverizando todos sus récords goleadores a nivel personal. La pasada temporada se codeó con los máximos goleadores de la Liga y anotó 21 goles en esta competición y tres en Copa. Además, se convirtió el en máximo goleador de Primera en la historia del club rojillo. Budimir ya es leyenda. Sin embargo, las cosas están siendo diferentes esta temporada para el delantero croata. Sus número en las nueve jornadas hasta el momento, no son propios de él. Ha marcado dos goles y ha dado una asistencia. En el bagaje de disparos a puerta, sólo encontramos siete.

La pasada temporada a estas alturas, Budi, había marcado cuatro goles, incluido un doblete al Barcelona. Pese a que sus números esta temporada no están siendo los esperados, en la temporada 2023-2024, también había anotado sólo dos goles en las nueve primeras jornadas y acabó sumando 18. Ya se sabe que lo de los goles va por rachas y es de esperar que el croata vuelva a estar de dulce muy pronto.

Budimir, un tipo humilde y que independientemente de los goles que marque siempre trabaja para el equipo. Es un ídolo para la afición rojilla y en cuanto a trabajo no hay nada que reprocharle. Es cierto que esta temporada se está viendo que el ariete rojillo, que a sus 34 años sigue siendo internacional con Croacia, no se encuentra tan cómodo como en campañas anteriores. Le cuesta más generar peligro y estar en el lugar justo en el momento preciso.

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Estas circunstancias podrían tener su explicación. Por un lado, el sistema de juego que emplea Alessio Lisci, con tres centrales y dos carrileros, no beneficia al croata, ya que recibe muchos menos balones. Por otra parte, da la sensación que la ausencia de Aimar también pesa. El de Arazuri ejerce de enganche cuando juega y uno de sus cometidos es surtir de balones al ataque.

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