Un abrazo de aspirantes
Emery desafía a Pellegrini, adorado antaño en el Villarreal y ahora en el Betis, con la zona Champions como escenario. Lo Celso regresa al estadio que lo catapultó.
Betis y Villarreal desean vivir en las alturas. Hoy miden sus fuerzas y también sus defectos bajo ese contexto de necesidad que no espera a nadie. Los verdiblancos suspiran por recuperar el ritmo liguero que vio frenado en el Bernabéu. Los castellonenses mantienen intacta su esperanza de exponer una candidatura capaz de aspirar a todo. O quizás a casi todo. Pellegrini tiembla sin Juanmi ni Fekir. Pero desea que su equipo siga flotando en el aire. Para Emery, la visita a Heliópolis supone un ejercicio de aprender a querer: Su Villarreal parece firme y aún no encajó ningún tanto en lo que va de campeonato (sigue el partido en directo en AS.com).
Los banquillos mandan, y mucho, en ambos equipos. La huella del chileno marca el ambicioso camino del Betis, como ya lo hizo años atrás en su amado Villarreal. Emery traza líneas paralelas en estadísticas respecto a aquel equipo comandado por el Ingeniero. Por convicción y por destino, ambos dirigen versiones superlativas que deben reflejar la ley del espectáculo en Heliópolis. Con Borja Iglesias y Gerard Moreno a los mandos de la pegada. Con Canales y Parejo dirigiendo orquestas que amagan con estar afinadas. Con William Carvalho y Capoue como dueños de la calma. Con Lo Celso de vuelta a la casa que lo catapultó al infinito. ¿Quién da más?
El Betis siente una extraña mezcla de euforia y vértigo. Su buen inicio de campaña contrasta con los problemas de quedarse sin Fekir y Juanmi. Pellegrini dará otra vuelta de tuerca total al once que ganó en Helsinki con bazas fijas como Álex Moreno, Guido, Canales o Borja de regreso. Suplir a los ausentes es el gran dilema. Carvalho podría adelantar su posición y tanto Rodri como Luiz Henrique optan a un sitio que deben corresponder con más magia de la que enseñaron hasta ahora.
Emery rotó también en la Conference League y tirará de su mejor esquema. Yeremy Pino amenaza con su velocidad la fragilidad verdiblanca y Jackson será el aliado de Gerard Moreno. Tiene este Villarreal un puñado de argumentos para dañar a nivel ofensivo y Albiol llega a tiempo para entregar su alto grado de fiabilidad atrás. Todos quieren colarse en esa fiesta de la zona alta.