Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

RAYO-BARÇA I TRASHORRAS

Trashorras: “Xavi es ideal para el Barça, necesita tiempo”

El gallego fue el máximo exponente del Rayo de Jémez, que logró un histórico octavo puesto y fue el tercer equipo con más posesión de Europa, tras Barça y Bayern. Se formó en La Masia y ahora juega con el Legends azulgrana.

Trashorras posa para AS en A Coruña, donde reside.
JESÚS SANCHO (Sanchofoto)DiarioAS

Roberto Trashorras (Rábade, Lugo, 1981) ha vestido las camisetas de Barça y Rayo. Dos equipos que le marcaron y que este sábado se verán las caras. Actualmente, el gallego ejerce como comentarista y aguarda un proyecto interesante para volver a los banquillos. Mientras, sigue viendo fútbol y no se perderá el partido de Vallecas, donde tendrá el corazón dividido.

—Hábleme de Rábade…

—Nací en un pueblecito muy pequeñito de la provincia de Lugo y, a los pocos años, me fui a Villalba, que era un poco más grande. Empecé en las categorías inferiores del Racing Villalbés. Mi sueño era el fútbol, pero de no haber llegado me hubiera gustado ser médico. Lo hubiera intentado, otra cosa es que lo hubiese conseguido (risas).

—¿Su familia era futbolera?

—Mi padre Roberto jugó de delantero en plan amateur y me enteré con los años. Yo empecé de muy chiquitito. No me importaba jugar solo. Me quedaba en la plaza cuando mis amigos se iban, jugando contra la pared horas y horas.

—¿Quién era su referente?

—Me fijaba en Maradona y Guardiola. Siempre he sido del Barça y soñaba con jugar allí.

—¿Cómo lo consigue?

—Iba con la selección de Lugo, con la gallega… ahí van más ojeadores. En un campeonato contactaron con mi familia y nos ofrecieron que fuera una semana a hacer una prueba. Salió todo perfecto y luego me llamaron a casa porque querían firmarme.

—¿Cómo fue la vida en La Masia?

—Tiene su parte buena y otra menos buena. Te sientes cuidado y que están encima de las notas, pero lejos de tu gente. La época actual no tiene nada que ver con la mía. Ahora tienen más recursos. Hay psicólogos que te ayudan ante cualquier problema. Antes eras tú quien tenía que gestionar todo siendo muy joven. Maduras pronto.

—No había ni móviles...

—¡Qué va! Éramos 32 y teníamos cola para la cabina que había. Si eras de los novatos la debías esperar para hablar tres o cuatros minutos a mediodía o por la noche.

Su orla de La Masia.
Ampliar
Su orla de La Masia.Jasper JuinenGetty Images

—Coincidió con Puyol, Iniesta, Valdés, Reina, Jofre Mateu…

—Puyol era el más mayor e Iniesta, el más pequeño. Por eso, Andrés fue de los que peor lo pasó. Los primeros meses fueron los peores. Cuesta mucho hasta que te adaptas. Luego nos convertimos en una familia.

—Y muchos se quedan por el camino...

—Te embarcas en un sueño, dejas atrás muchas cosas, pero nadie te asegura que vayas a cumplirlo. En mayo o junio te llamaba el director de la cantera y te decía si seguías o no. Pensaba: ‘Si tengo que volverme, ¿habré fracasado?’. Tuve la suerte de avanzar hasta el primer equipo. Antes de salir, Rexach me dijo: ‘Nos llega con que hagas lo mismo que en el Barça B. Este tranquilo y disfruta’. Fue mucho más fácil de lo que podía pensar.

—Debutó, pero no se quedó. ¿Es ahora más fácil para un canterano dar el salto?

—Sí, depende de cómo esté el club, del técnico, de la filosofía… En mi época, el Barça no estaba luchando por la Liga, sino por meterse en Champions. Entró Laporta y se hicieron muchos cambios. Era complicado que un canterano se mantuviera.

—¿Fue Guardiola el punto de inflexión?

—¡Sin duda! Fue el entrenador que más personalidad y atrevimiento tuvo con la cantera. No le temblaba el pulso para subir chicos del filial sin experiencia y ponerlos a jugar. Eso tiene mucho mérito.

—¿Cómo ve a este Barça?

—Ha habido una evolución con Xavi. Está intentando marcar el estilo que se había perdido un poco. Le falta continuidad y, en cuanto llegan unos resultados malos, parece que se le cuestiona. La situación del club es complicada y Xavi hace un buen trabajo, dentro de todas las dificultades que tiene. Le falta un pasito más en Europa. A ver si este año es capaz de darlo.

“Guardiola fue quien más atrevimiento mostró con la cantera y eso tiene mérito”

Punto de inflexión

—¿Es el más idóneo para ese banquillo?

—Es la persona ideal. Necesita un margen de tiempo. El Barça de Guardiola tenía a Messi, Neymar, Xavi, Iniesta, Busquets, Piqué, Puyol… muchos en el top-5 mundial. Ahora, el Barça tiene jugadores de futuro, como Lamine Yamal o Pedri, pero les falta mucho para ser lo que eran los otros. La materia prima de Xavi y Guardiola no es la misma. Los chavales deben ganar experiencia, sobre todo en partidos europeos. Hay que tener paciencia.

—¿Cómo le va a afectar la baja de Gavi?

—El Barça pierde a un jugador fundamental. Además de lo que ofrece a nivel táctico y técnico, tiene garra, intensidad y contagia mucho a los demás. Es una baja muy importante.

—Este parón ha sido fatídico, ¿hay que buscar soluciones?

—Sí, se han lesionado muchos jugadores e importantes. Es complicado de gestionar, pero habrá que llegar a un acuerdo para reducir el número de partidos y dosificar a los futbolistas en los duelos innecesarios. El jugador quiere estar en la Selección, pero hay que darle una vuelta para preservar su salud.

—El Barça visita a un Rayo, que últimamente se le atraganta.

—Se ha igualado mucho más la cosa que en mi época y en las anteriores. Ahora el Rayo le compite y está más cerca de ganar.

—¿Cómo ve a este Rayo?

—Francisco ha hecho una cosa muy inteligente, ha tocado lo justo de la época de Iraola. Andoni hizo un trabajo espectacular durante estos años y Francisco le ha dado su toque. A mí me gusta verle. Lo único que le está faltando, por ponerle alguna pega, es que Camello y RdT marquen. Este Rayo para dar un pasito más necesita de sus goles. Llegarán.

Trashorras, ensayando faltas en una sesión con el Rayo.
Ampliar
Trashorras, ensayando faltas en una sesión con el Rayo.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

—Usted terminó siendo capitán e icono del Rayo del tiqui-taca.

—Lo recuerdo con una sonrisa. Disfrutaba mucho. Íbamos con nuestra idea a cualquier campo y no mirábamos el rival. Salíamos a por el Barça, el Madrid, el Atlético… Lógicamente no nos daba para ganarles a ellos, pero sí para a otros equipos. Ser fieles a nuestro estilo nos hizo diferentes. Me reconfortaban las palabras que nos decían rivales como Modric o Mascherano y que los otros equipos nos terminaran aplaudiendo.

—Esa filosofía les llevó a la mejor clasificación de la historia: el octavo puesto de la 12-13.

—A todos les gustaba ver al Rayo de aquellas. Nuestros partidos eran divertidos, con goles, espectáculo… Ahora lo echo en falta muchas veces. Está todo más mecanizado. Nosotros con eso triunfamos y con eso también morimos.

—¿Ahora se ha evolucionado hacia un fútbol más directo?

—Cada uno ve el fútbol de una manera y todas son respetables. Esto va de resultados, pero yo soy de los que piensa que es igual de importante cómo llegar a él. Estamos perdiendo el valorar ese camino y a esos jugadores capaces de desequilibrar, de regatear, de hacer un caño o un sombrero… Los futbolistas deben ser mucho más libres a la hora de tomar las decisiones, más espontáneos… Hay que volver a ver partidos como los del Girona, que no especula.

—¿Le ve como el heredero de aquel Rayo de Paco Jémez?

El Girona está muy bien trabajado, qué vamos a decir de Míchel, y hace muchas variaciones tácticas durante el encuentro. Posee algunas cosas nuestras, como que intenta tener el balón y jugarlo, pero nosotros éramos más extremistas. No había momentos en los que nos echáramos para atrás.

—¡Puerta grande o enfermería!

—Eso era muy de Paco (risas). En el Bernabéu y el Camp Nou solía ser enfermería (risas), pero que nos quiten lo bailao.

“Nuestro Rayo ofrecía espectáculo, como el Girona, pero éramos más extremistas”

Su filosofía

—¿Cómo recuerda a Paco Jémez?

—Va de cara, dice lo que piensa y defiende mucho sus ideas. Cuanto peor iban las cosas, más seguro estaba de esos principios. Además, era un gran motivador.

—¿Qué le dio el Rayo?

—Me sentí querido, respetado… Todo cuadró, la llegada de Paco Jémez, que me diera importancia, que jugáramos a algo que potenciaba mis virtudes… Quizá haya sido el equipo más importante de mi carrera. También por la cercanía con la afición y el barrio. Nos involucrábamos con ellos. El Rayo es diferente precisamente por eso. Íbamos a hospitales, a recogidas de juguetes, a cortar bocadillos para un comedor social… A lo que nos pidieran.

—De su etapa sobrevive Bebé...

—Está entendiendo muy bien ese rol de revulsivo, no se le ve un mal gesto o una mala cara. Y es capaz de hacer gol desde cualquier sitio, de revolucionar un partido… Es importante.

—¿Cuál fue su momento más feliz y más amargo en Vallecas?

—Felices hay muchos, desde el Tamudazo al octavo puesto. Incluso cosas puntuales como ganar en campos donde nunca lo habíamos hecho, como San Mamés o Mestalla. El más triste sí es uno, nuestro descenso. No lo esperábamos. Fue todo muy duro. Se cerraba una etapa...

—Al poco colgó las botas.

—La retirada fue algo repentino. Salí del Rayo a mitad de temporada y mi idea era seguir jugando, pero las situaciones que me salieron eran del extranjero y no se ajustaban a lo que entendía que era bueno para mí. Decidí no alargarlo más porque sí y tuve la suerte de entrar como comentarista de radio y tele. Además, me había sacado el curso de director deportivo y el de entrenador. Surgió el banquillo del juvenil del Lugo y el año pasado estuve en su filial. Ahora estoy esperando un proyecto.

—Bueno, ha vuelto a calzarse las botas con el Barça Legends...

—Es una experiencia muy buena. El míster es Chapi Ferrer y hacemos partidos internacionales en Colombia, Israel, Congo… Los campos se llenan. Se ven goles y calidad. Es un placer compartir esta experiencia con gente como Nadal, Sergi, Ronaldinho, Rivaldo, Saviola…

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.