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La radiografía de Williot Swedberg, el hijo de dos leyendas

La madre del nuevo fichaje del Celta, Malin Swedberg, destacó como mediocentro en los noventa y su padre, Hans Eskilsson, es un mito del Hammarby.

Williot Swedberg.
Hammarby

El futuro jugador del Celta, Williot Swedberg, nació entre balones. El joven talento sueco es hijo de futbolistas, por lo que de casta le viene al galgo. Tanto su madre, Malin Swedberg, como su padre, Hans Eskilsson, fueron jugadores profesionales que llegaron a ser internacionales con Suecia. “Mamá era aún mejor que mi padre”, proclama el pequeño de la familia Swedberg Eskilsson. Su hermano mayor, Wimmo, eligió el camino de la psicología en lugar del fútbol. No obstante, el equilibrio mental es un valor muy inculcado en la familia. “Quiero mantenerme humilde”, señaló el joven futbolista en una entrevista a Sportbladet.

La madre de Williot, Malin Swedberg, destacó como mediocentro en la década de los noventa. Marcó diez goles en 78 partidos con su país, logrando la medalla de bronce en el Mundial de China en 1991 y dos bronces en Eurocopa. También participó en las Olimpíadas de Atlanta y Sidney y recibió el Balón de Diamante en 1996, premio que reconoce a la mejor jugadora sueca del año. Jugó durante un año en el Djurgardens, eterno rival del Hammarby, donde su marido es leyenda y su hijo, un ídolo. Actualmente, ejerce de oficial de policía y comenta partidos en Eurosport.

El delantero Hans Eskilsson es todo un mito en el Hammarby, club con el que obtuvo tres ascensos y en el que disputó un total de 185 partidos en tres etapas diferentes. Fue ocho veces internacional con Suecia, anotando dos goles. En 1989 dio el salto al Sporting de Portugal, pero no tuvo éxito en el equipo lisboeta ni tampoco en sus estancias en Braga y Estoril. Por ello acabó regresando al Hammarby, para marcar 47 goles en 73 partidos en su segunda etapa en el conjunto de Estocolmo. Acabó su carrera como defensa central y después se convertiría en un jugador profesional de poker, obteniendo ganancias importantes e incluso ganando algún torneo. Se define como “un disfrutador de la vida” y es un apasionado del fútbol. Su hijo Williot le aconseja que se convierta en ojeador, pero por el momento sólo ve los partidos por diversión.

La experiencia de los dos padres como deportistas de élite ayudó a Williot a tomar una decisión muy difícil el pasado diciembre. Swedberg combinaba el fútbol profesional con los estudios de bachillerato en la rama de ciencias sociales, pero el consenso de la familia fue dejar los estudios después de año nuevo para centrarse en la profesión de futbolista. Williot respeta y admira a sus progenitores, un hecho que quedó patente en su debut con el Hammarby. Salió a falta de diez minutos, marcó un gol y dio una asistencia y la grada empezó a cantar “Mejor que papá, sí, él es mejor que papá”. La respuesta del debutante adolescente fue contundente: “Papá es mucho mejor. Ha tenido muy buena carrera, estoy orgulloso de él”.

Vinculación con España.

La familia Swedberg Eskilsson es una enamorada de la costa levantina. Tienen un apartamento en Valencia donde pasan largos períodos vacacionales. Es por ello que Williot Swedberg habla un español tan fluido y es un amante de la liga. Se declara fan del Valencia, pero en una entrevista dijo que nunca diría que no al Barcelona y en un partido con el Hammarby jugó con unas espinilleras que llevaban el escudo del Real Madrid. De pequeño jugó al fútbol en Godella y en Valencia y acudió a ver varios partidos del conjunto che, del Levante y del Villarreal. Será en la otra costa, la atlántica, donde Swedberg cumpla su sueño de jugar en la liga.

Prometedora carrera.

La carrera futbolística de Swedberg está siendo meteórica. Sólo ha necesitado jugar una temporada y media en la liga sueca para dar el salto a la primera categoría de una de las mejores ligas del mundo. Los dos mil minutos que acumula en el primer equipo del Hammarby son suficiente aval para Luís Campos, que se presenta en el Celta con esta fuerte apuesta personal. Los vigueses pelearon duramente con el Brujas para hacerse con los servicios del joven talento sueco, perseguido por diversos clubes en los últimos tiempos. Con sólo 16 años fue a probar al Tottenham y a la Juventus, pero declinó integrarse en esas canteras porque su objetivo era jugar en un primer equipo, no en un filial o un juvenil. El pasado mercado de invierno recibió una jugosa oferta del Midtjylland danés, pero entre él, su familia y sus agentes decidieron declinarla a la espera de algo mejor.

El propio Swedberg se define como “un centrocampista técnico con un buen conocimiento del juego”. Su ex entrenador, Milos Milojevic, le elogió así el día de su debut: “Es un tipo de calidad. Su decisión está en un nivel diferente en comparación con muchos otros”. Por su parte, el cazatalentos del Hammarby, Mikael Hjelmberg, también destaca su lectura del juego: “La toma de decisiones y la compresión del juego suelen estar ligadas a la edad y a la experiencia. Williot a menudo toma la decisión correcta y tiene una muy buena técnica”. Su padre, Hans Eskilsson, dejó la siguiente frase sobre su hijo: “Tiene algo poco sueco en su estilo de juego”.

El periodista Alexander Ivanovski, de la radio nacional de Suecia ‘Sveriges Radio’, analizó para AS las características del futuro jugador del Celta: “Es un mediocentro ofensivo, alto y no muy fuerte físicamente. Tiene buena técnica, buen remate y es bastante veloz. En liga ha jugado bien pero siempre ha destacado en césped artificial (superficie que tiene el campo del Hammarby y otros seis campos de la liga). Ha pegado un bajón en los últimos partidos del campeonato. El cambio de entrenador supuso un cambio en su posición, pasando de mediocentro a extremo derecho primero y luego a extremo izquierdo, donde ha destapado su faceta goleadora”.