Supercopa | Real Madrid 3 - Mallorca 0
Cristina Palavra, esposa de Dani Rodríguez, denuncia acoso tras el Madrid-Mallorca
Cristina Palavra ha criticado los actos de algunos aficionados saudíes: “Se han puesto a hacernos fotos de cerca, estábamos sin seguridad”.
La celebración de la semifinal de la Supercopa entre el Madrid y el Mallorca ha terminado con un desagradable incidente en las gradas. Cristina Palavra, esposa de Dani Rodríguez, ha denunciado que ha sufrido acoso por parte de aficionados saudíes. “Los chicos de este país se han puesto a hacernos fotos de cerca, nos han estado acosando”, ha explicado a IB3.
Los hechos se han producido tras el final del partido, cuando los familiares de los jugadores del Mallorca estaban abandonando el King Abdullah Sports City, el estadio de Yeda donde se está disputando la Supercopa de España. “La salida ha sido un poco complicada. Hemos ido con los niños, estábamos sin seguridad”, ha afirmado Palavra. Unos hechos que, según ha explicado, también ha sufrido la esposa de Dominik Greif, Natália Kalužová.
Todo esto ha llevado a Palavra a criticar la ausencia de miembros de seguridad para evitar que esta situación se hubiera dado: “Estaba con la niña dormida, los niños... Nos hemos visto un poco desubicados porque no teníamos a nadie protegiéndonos ahí”. “No se ha podido hacer nada más. Ir en grupo con la organización hasta el autobús”, ha sentenciado tras explicar los tensos minutos que han vivido.
El propio Dani Rodríguez ha continuado con las protestas por la situación vivida por su familia. En su cuenta de Instagram el centrocampista del Mallorca reproducía el vídeo de la entrevista a Cristina Palavra y escribía: “¡¡¡Una vergüenza!!! Vas a disfrutar con tu familia de un partido de fútbol y... dónde está la organización de la RFEF. ¡¡¡¡No todo es dinero!!!!“.
Un aficionado denuncia tocamientos a las mujeres
Un aficionado del Mallorca intervino en Tiempo de Juego de la Cope para denunciar el trato recibido por los bermellones en la grada y a la salida del estadio: “Lo peor de todo ha sido al terminar el partido. Nosotros nos hemos tenido que quedar hasta unos minutos más tarde porque teníamos que irnos todos juntos al autobús. En ese trayecto de la grada al autobús, de unos 15 o 20 minutos, nos estaban todo el rato increpando, nos hacían pasillos centenares de personas haciéndonos fotos sin consentimiento, pegándonos incluso collejas, burlándose de nosotros, haciéndonos el 3-0 con los dedos... O sea, muy, muy desagradable. La peor parte se la llevaron las mujeres, que han sufrido tocamientos, han sufrido fotos sin consentimiento... Es muy grave. La Federación se lo tiene que hacer mirar”.
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