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REAL VALLADOLID

Iván Sánchez en el escalón superior

Pacheta recurrió al mediapunta en una posición más alta y natural que la de sus primeros meses en el Real Valladolid.

Iván Sánchez en el escalón superior
Real Valladolid

Prácticamente desde su aparición sobre el verde como blanquivioleta, la posición de Iván Sánchez ha sido objeto de debate. No lo fue nada más debutar, pues lo hizo como extremo derecho, aunque sí cuando José Rojo Pacheta optó por situarlo como interior, un escalón más abajo y más alejado del área, de allí donde muchos creen que podía tener más incidencia para el Real Valladolid.

La exhibición ante el Málaga en su debut como titular validó la teoría de que en banda, aunque con querencia interior, es donde debía jugar. Después de completar siete regates de ocho probados, y de convertirse en canalizador del juego ofensivo blanquivioleta, Pacheta cumplió con su palabra y, ante el buen momento de varios de sus futbolistas, optó por alinearle junto a Plata.

Sucede que la Primera es harina de otro costal. Aunque el técnico burgalés lo contó como opción para el centro del campo en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Villarreal, a priori el lugar que volverá a ocupar será la banda, como alternativa al ecuatoriano. Y eso que rindió a un buen nivel en la sala de máquinas precisamente propulsando a Gonzalo Plata, cerca de quien jugaba.

Ese desequilibrio, a veces alejado en Segunda, lo puso al servicio de un equipo hasta entonces plano cuando entró frente a los amarillos en el costado diestro. Con Toni Villa y con aquel a quien sustituyó encerrados por Foyth y Pedraza, así como por las ayudas que estos recibían, el Pucela necesitaba algo que cambiara el guión, y a punto estuvo el jienense de modificarlo. Opciones tuvo.

Actuando en ese escalón superior otra vez volvió a completar acciones peligrosas, comenzando por el disparo al que respondió Rulli, primero que los dos lo intentó. Junto a su entrada, favorecieron la de Kike Pérez, que se posicionó más próximo que nadie al carril del 10, y la de Sekou Gassama, a quien sirvió un centro delicioso que, incomprensiblemente, no remató con Rulli ya batido.

En media hora, dejó unas buenas sensaciones que contrastaron con otros atacantes, se mostró menos apocado que ellos ante el nuevo escenario de Primera. Dirán aquellos que consideraban que debe actuar más arriba, allí donde volvió a la máxima categoría, que les dio la razón a pesar de no poder cambiar el signo del encuentro, y que es cerca del área donde debe actuar, como piensan, y donde es sabido que, más tras el ascenso, el equipo necesita talento para asaltar triunfos.