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ESPANYOL

El fuerte de Diego Martínez

En Marbella, donde ha moldeado al Espanyol 2022-23, forjó el entrenador al mejor Granada de la historia e hizo de ojeador junto a sus ayudantes durante su pasado año “sembrático”.

Diego Martínez - Espanyol
RCDE

“Haremos un entrenamiento de calidad, controlaremos mejor los descansos, la alimentación y a preparar al equipo con la mayor finura posible. Muchas veces, salir de tu espacio habitual unos días puede ayudar mentalmente a prepararte mejor”. Las palabras son de Diego Martínez, y se refiere a la estadía en Marbella. Pero no la que este viernes cierra al frente del Espanyol, sino la que acometió hace 25 meses con el Granada, y con la que hizo historia. La ciudad malagueña es su cuartel general, su fuerte.

Aunque cuando firmó con el club perico, a finales de mayo, la localización de la pretemporada ya se había cerrado, en el Marbella Football Center por deseo de su antecesor, Vicente Moreno, a Diego Martínez le importó poco no contar con margen de maniobra. De hecho, él seguramente hubiera escogido la misma ubicación. Se trata de su arma secreta, de lugar que ya visitó como entrenador del Sevilla Atlético, al que subió a Segunda A, y que directamente convirtió en su cuartel general en el momento más crucial de su carrera en los banquillos. El que le ha llevado al Espanyol.

Marbella fue en julio de 2019 el punto de partida de un Granada recién ascendido a Primera, y Martínez también decidió que, a diferencia del resto de equipos, que se quedaron en sus respectivas ciudades deportivas, allí discurriera a inicios de junio de 2020 una concentración en plena fase dura de la pandemia antes de abordar el tramo final de Liga. Marchaban los nazaríes novenos antes de la COVID-19 y, tras su paso por tierras malacitanas, se auparon a una séptima plaza que les dio acceso a Europa por vez primera en su historia.

Diego Martínez, en el banquillo durante un partido.
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Diego Martínez, en el banquillo durante un partido.RCDE

Ni siquiera tres meses después, a finales de agosto, regresaron el Granada y Diego Martínez al Marbella Football Center para preparar aquella temporada en que alcanzarían los cuartos de final de la Europa League, frente al Manchester United, y serían novenos en la Liga. Tan relativos son los resultados en la pretemporada que se marcharon de la estadía sin ganar, con una cosecha de un empate y dos derrotas.

Antes de abandonar el banquillo en el Nuevo Los Cármenes, ya tenía el técnico cerrada la pretemporada de julio de 2021 de nuevo en Marbella, donde precisamente se enfrentó el Granada, ya sin él y con Robert Moreno al frente, al Espanyol (1-1, goles de Domingos Duarte y Raúl de Tomás) de un Vicente Moreno que también repetía en el cuartel general andaluz llevado por los buenos frutos que le había dado a su llegada, hace dos años, al tomar las riendas del conjunto blanquiazul tras el descenso.

No contento con visitar las instalaciones marbellíes con Sevilla Atlético y Granada, y ahora con el Espanyol, aprovechó Diego Martínez su año “sembrático”, como él describe esa temporada entera sin entrenar, la 2021-22, para observar cómo algunos clubes del norte de Europa realizaban allí su pretemporada, el pasado mes de enero.

Tras pasar tres meses en el Reino Unido, el entrenador, su segundo, Raúl Espínola, y su analista, Álvaro García, llevaron a cabo un acelerado máster de aprendizaje como ojeadores en el mismo centro de alto rendimiento donde en los últimos 12 días, con un sinfín de dobles sesiones, tres partidos amistosos –victoria ante el Lille (2-0), empate contra Las Palmas (0-0) y derrota frente a la Balompédica Linense (0-1)– y mucha piña con los jugadores ha forjado el rumbo del Espanyol 2022-23. En su fuerte.