El déjà vu de Reinier
Mientras entrena en Valdebebas, el club trabaja en encontrarle salida, otra vez. Fuerte interés del Girona. Tres años y medio después, aún no ha debutado con el Madrid.
Reinier llegó al Real Madrid en enero de 2020. Desde entonces, ha estallado una pandemia, una guerra en Ucrania y hasta un volcán en La Palma. Pero Reinier aún no ha debutado con el primer equipo. Tres años y medio después, el contador sigue en cero minutos oficiales. Es la realidad de un fichaje por el que no se pierde la esperanza, pero que va menguando en ilusión. Han sido tres años cedido: dos en el Dortmund y uno en el Girona. Préstamos que no han remado a favor de la causa; que no han ayudado al futbolista a salir del atolladero. Y ahora, Reinier vuelve al Madrid... sin sitio en el Madrid. Porque el club entiende que todavía no ofrece el rendimiento suficiente para quedarse (y las plazas son limitadas). Así que se le buscará otra salida. Su eterno déjà vu.
Al no haber tenido compromiso internacional tras terminar la Liga, debía volver al primer equipo este 10 de julio, como Lucas Vázquez, Odriozola, Vallejo, Mendy, Bellingham, Kroos, Ceballos, Valverde y Brahim (Lunin, Fran García y Güler, de manera voluntaria, se apuntaron a esa lista, regresando de vacaciones antes de tiempo) y apareció por Valdebebas. Trabajó, sudó y cumplió. Pese a que no cuenta y lo sabe. Lleva tiempo activada la maquinaria para cerrar una tercera salida, siendo muy probable un regreso al Girona, donde la temporada pasada vivió una montaña rusa: sólo disputó 640 minutos y marcó dos goles. De los 18 partidos que disputó, únicamente fue titular en cinco. Pero Míchel confía en que en sus botas hay chiribitas y quiere seguir exprimiéndolo.
Un fichaje de 30 millones
Aun así, ha jugado casi los mismos minutos en una temporada en Montilivi, que en dos en Dortmund. El mercado de 2021, con el jugador falto de participaciones, sin plazas de extracomunitarios en el primer equipo y con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos colgando del cuello, el Madrid acordó con el club alemán una cesión por dos temporadas (es la misma fórmula que, en estos momentos, se está sopesando para Arribas). Salió mal. En su primer curso sólo disputó 338 minutos (únicamente disputó un partido como titular) y en el segundo, livianamente mejor: 400 minutos, con tres partidos como titular. Balance total: un gol y una asistencia en dos años.
Ese ha sido el rodaje de Reinier desde que aterrizó en Chamartín, sólo sumando tres partidos con el Castilla, nada más desembarcar. Un futbolista que a sus 21 años, continúa prometiendo un enorme talento, pero no termina de lucirlo. Tiene contrato con el Real Madrid hasta 2026 y costó 30 millones (su cláusula en Flamengo). Una inversión más que notable que, de momento, ofrece números rojos. En torno al jugador hay una certeza: saldrá cedido otra vez, porque esta temporada no tiene hueco. Pero su tiempo para explotar se acaba. Tiene que ser ahora. Y fuera del Madrid, otra vez.