Diakhaby, de las lágrimas a 2027
El central, tras un inicio dubitativo en el Valencia, se ha ganado una renovación de larga duración en su mejor momento en Mestalla. Para Gattuso era una prioridad prolongar su contrato.
Mouctar Diakhaby (Vendôme, 1996) vive su mejor momento en el Valencia justo cuando afronta su quinta temporada en Mestalla. El francés ha transformado las dudas iniciales que se generaron con su fichaje en elogios y reconocimientos. El más importante le llegó este lunes, día en el que el club cerró su renovación hasta junio de 2027. Diakhaby finalizaba contrato este verano, pero para la propiedad y para Gennaro Gattuso era una prioridad prolongar esa vinculación. Nadie quería desprenderse del francés. Y menos gratis.
Diakhaby se ha ganado a pulso su renovación. El mayor ejercicio que tuvo que hacer el defensa fue aislarse del ruido y sobreponerse a las sombras que despertó su fichaje. Muchos no entendieron que el Valencia pagase 15 millones de euros al Olympique de Lyon en el verano de 2018. El central apenas llevaba un par de temporadas como profesional y tenía 21 años. Fue una apuesta personal de Pablo Longoria. En ese instante, se convirtió en el tercer central más caro de la historia del club ché, por detrás de Abdennour (22 millones) y Garay (24 millones).
Los inicios de Diakhaby no fueron sencillos. Creció a la sombra de Gabriel Paulista y Ezequiel Garay, dos veteranos de guerra que le vinieron muy bien. El rendimiento de Diakhaby con Marcelino no fue malo del todo. Los peores momentos del francés llegaron con Albert Celades en el banquillo. El andorrano llegó a señalarle públicamente por cometer errores de bulto de forma consecutiva. Hasta abandonó el terreno de juego varias veces entre lágrimas, sobre todo tras una eliminatoria de Champions ante el Atalanta, donde hizo dos penaltis en apenas 45 minutos. Otra pena máxima cometida ante el Levante le puso, definitivamente, en el punto de mira.
Sin embargo, Diakhaby supo sobreponerse a todo aquello y a varios factores extradeportivos, como el capítulo de racismo que vivió en Cádiz. El zaguero empezó a creerse que podía ser importante y dio un paso al frente, olvidando todos los condicionantes ajenos al rendimiento. Con José Bordalás explotó definitivamente. Disputó 37 partidos, 29 de titular. La llegada de Gattuso también le dio aire. Rino, desde el primer día, se dio cuenta del potencial de un central que todavía tiene que por delante sus mejores años de fútbol. Gattuso le aconsejó a Peter Lim una renovación que ha llegado tras disputar 143 partidos con la camiseta del Valencia.