Diakhaby: "Negro de mierda no es difícil de entender"
El jugador del Valencia relata para AS su versión de lo que sucedió en Cádiz: "No sé si Cala es racista, pero sí que tiene que pagar por lo que me dijo".
Mouctar Diakhaby, el jugador francés del Valencia relata para AS su versión de lo que sucedió en Cádiz con Cala.
¿Cómo se encuentra?
Me encuentro bien. La semana pasada fue difícil para mí. El tema mediático fue complicado. Pero ahora estoy bien. Durante la semana entrené normal, tratando de olvidarme de todo. En el partido también. Soy profesional. Pero ahora quiero contar lo que viví y ya no hablaré hasta después de la investigación.
Vayamos con los hechos, usted escuchó “negro de mierda”, ¿en qué momento?
Me lo dice cuando estamos en el área. Cuando protejo el balón para mi portero. Cuando Jaume tiene el balón, él me insulta.
Reláteme la jugada.
Me insulta y se gira. Yo lo de “déjame en paz no lo escucho”, porque él luego se fue de espaldas. Yo grité “árbitro, árbitro”. Mi reacción fue rara. Era la primera vez que me pasaba eso y me olvidé de todo lo que pasaba en el césped. Solo tenía sus palabras en la cabeza.
¿Él se lo dice bajito, al oído…?
Él me lo dice cuando se levanta. Creo que se hace daño, eso no lo sé, pero se levanta y entonces me lo dice. Se ve en la imagen que se gira un poco hacía mi y la última palabra que sale es “mierda”. Pero cuando lo dice (la frase ‘negro de mierda’ no se reproduce durante la entrevista porque aparece en el salón su hijo pequeño) está más cerca del suelo que de pie.
Usted entonces llama al árbitro, se desentiende de la jugada y se va hacia Cala
Yo estaba solo pensando en la frase. Visteis todos cómo reaccioné.
Después le hace un gesto de pedirle perdón.
Sí. Él quería excusarse, pero yo no quería saber nada de nadie ni escuchar lo que me quería decir. Yo estaba muy enfadado.
Gameiro y Fali son los primeros en llegar donde usted está y le alejan de Cala, ¿le dice algo el jugador del Cádiz?
Sí. Me intentaba calmar. Intentaba que yo le escuchara. Me hablaba de cosas del escudo, pero yo no quería saber nada de nadie. Me decía: “Tú tranquilo, tú piensa en tu escudo”. Le dije que es un tema que no es para pensar en el fútbol ni en el dinero. Era una cosa de racismo.
¿Esa fue la conversación con Fali?
Sí. Él me quería tranquilizar, pero yo, lo habéis visto todo, estaba muy enfadado.
Evidentemente, su reacción no fue algo habitual.
Claro que no lo fue. Pero porque no es normal lo que pasó. En los campos pasan muchas cosas, muchas palabras, muchos insultos… eso es el fútbol. Es así. En el fútbol hay insultos, pero hay cosas que no se pueden decir. Hay temas de los que no se puede hablar así y es el tema racial.
Después Gabriel Paulista es quien se lo lleva hacia la banda y quién dice a las cámaras: “Negro de mierda, no”. Entiendo que es usted quién se lo cuenta a Gabriel.
Sí. A Gabi se lo digo yo. Mis compañeros no lo escucharon. Thierry y Jaume eran los más próximos, pero estaban concentrados en la jugada y lo dijo bajito. Era difícil para ellos.
¿Ningún compañero escuchó su conversación con Cala?
Ninguno, si no lo habrían dicho, claro.
¿Qué le comentó el árbitro en el césped?
Primero me sacó la tarjeta. Pero él no sabía por qué estaba tan nervioso y enfadado. Después sí me preguntó y se lo expliqué.
¿Quién decide marcharse a los vestuarios: usted o los compañeros que se le aproximan?
Gabi vio mi reacción. Sabía que yo no estaba en el partido, que me iba a ir. Él lo sabía, porque me conoce, yo no reacciono así por nada. Gabi y yo hablamos y se tomó la decisión de irnos del campo.
Ese gesto nunca se había producido en el fútbol en España, ¿imagino que agradeció sentirse respaldado por sus compañeros?
Claro. Ellos saben cómo soy. Yo nunca me enfado y si lo hago es que ha pasado algo. Ellos saben que no es mentira. Me conocen. Saben cómo soy. Ellos directamente sabían que era verdad lo que me había dicho Cala.
¿Qué pasó dentro del vestuario?
Yo dentro no hablaba a nadie. Se hablaba mucho, se gritaba. Pero eso son cosas de vestuario.
Dijo en el vídeo que grabó el martes que un jugador del Cádiz le dijo a un compañero suyo que si volverían a jugar si Cala le pedía perdón, ¿quiénes mantuvieron esa conversación?
Fue simple. Un jugador nuestro entra en el vestuario y nos lo dice a todos. Pero no puedo decir más de eso, porque es un tema que se está investigando y no puedo desvelar todo. Pero hay un jugador nuestro que entró y nos lo dijo.
¿Un jugador vuestro?
Sí, uno del Valencia que había hablado con uno del Cádiz.
¿Pero no puede decir el nombre?
No. No puedo. Eso lo sabrá el juez.
Usted ha dicho que no aceptaba ninguna disculpa de Cala, pero sí dijo a sus compañeros que volvieran a jugar, ¿por qué?
Se lo dije, es verdad. Los árbitros explicaron qué si no salimos al campo, perdíamos puntos. La regla nos podía hacer daño. Yo no quería que mi equipo pagara por eso, no quería que mi equipo pagara por una persona que comete errores y que no es de nuestro equipo. No es justo. Por eso le dije a mis compañeros que volvieran al campo. Mi cabeza no entendía eso. Eso tiene que cambiar. Creo que si esto pasa en otro país, nadie pierde puntos.
¿Se sintió presionado por el reglamento?
Mis compañeros no querían seguir. Ellos estaban conmigo. Si yo les digo que nos quedamos en el vestuario, se quedan. Pero yo no soy egoísta, no quería que perdiésemos puntos por una cosa que no era un error nuestro.
¿Quién les informa?
No recuerdo, pero fue alguien que habló con los árbitros.
¿Su delegado?
No recuerdo, la verdad.
Una vez comunica al entrenador que no se siente con fuerzas para continuar, decide salir a la grada, ¿por qué?
Yo decido salir porque no tenía nada de lo que esconderme. Quería que la gente viera que había una sospecha de racismo y el que estaba en sospecha estaba en el campo y la víctima en la grada. No quería esconderme. Yo no tenía nada que esconder. Yo no fui culpable de nada, fui la víctima.
¿Qué pensó cuando el partido se reanudó y usted estaba en la grada y Cala en el césped?
Muchas cosas. Es algo que no entiendo. Hay que decirlo y es la verdad, la norma en otro país creo que serían diferentes.
Es una de las peleas del Valencia, que se cambie el reglamento.
Sí, por supuesto. Quiero agradecer el apoyo de mi presidente Anil Murthy. Me está ayudando en todo y quiere cambiar las cosas.
¿Qué cambiaría usted de la norma? O dicho de otra manera, ¿qué no tiene que volver a pasar de lo que sucedió en Cádiz?
Pues que el equipo que toma la decisión de irse por racismo no tenga además la amenaza de tres puntos. Ese equipo es víctima. No se puede perder tres puntos por una denuncia de racismo. Yo era la víctima y además mi equipo podía perder tres puntos.
¿Alguien del Cádiz habló con usted después del partido o en días posteriores?
Después del partido, sí. He hablado con dos jugadores y con un jugador lesionado que jugué a la ida contra él.
¿Qué le ha dolido más de todo lo vivido a raíz del hecho que denunció?
¿Después del insulto? La declaración del señor Tebas. Lo leí y me reí. No sé cómo explicarlo. Si hubiera dicho que no tienen pruebas de que Cala haya dicho eso, bueno, pero él lo que dijo es que yo había malentendido… y es bastante raro y especial decir eso.
Entiende que puede no haber pruebas, pero no que se dude de su palabra.
Por supuesto. No puedo decir todo lo que hay, porque está en la investigación. Pero ellos sí lo saben y no puede decir eso.
¿Le sorprende qué en el fútbol actual, en un estadio con 17 cámaras, no haya imágenes ni sonidos que confirmen su acusación?
Es algo que tampoco entiendo. En el fútbol de ahora sale todo. Las conversaciones entre los jugadores, hay gente que lee los labios… no he entendido que no haya más pruebas, la verdad. Pero bueno, ¿qué puedo hacer yo? Nada. Solo decir la verdad, que es lo que estoy haciendo. No entiendo que todas las imágenes sean de lejos, que no haya ninguna cercana.
¿El informe de la Liga lo ha visto?
Yo no. Pero sé lo que hay.
El caso ahora está en manos de un juez instructor, ¿le ha llamado?
No, de momento no. Pero creo que ese día llegará y espero que llegue ese día, porque para mí es muy importante poder decir a un juez la verdad. Si cometes errores, tienes que pagar. Es así la vida. Si yo hablo mal, me tienen que castigar y buscar todo lo posible para castigarme. Espero que hagan todo lo posible para descubrir la verdad.
¿Qué pruebas llevarán al juzgado?
Eso es tema de los abogados del Valencia.
¿Estaría dispuesto a mantener un cara a cara delante del juez con Cala?
Claro, claro. Yo no tengo miedo. Yo reitero lo que entendí, porque lo entendí muy bien. Llevo casi tres años en España y entiendo casi todo. Y ese tipo de palabras, más. No son palabras complicadas de entender.
A Cala le ampara la presunción de inocencia, ¿eso lo entiende, no?
Sí, claro. Yo eso lo entiendo. Si no salen pruebas, es un boca a boca (dos versiones). Si no salen pruebas, pues no creo que salga sancionado. Eso es lógico. Pero vamos a ver. Yo espero que salgan pruebas y que se haga todo lo posible para encontrar esa prueba.
Entre Lyon y Valencia suma 142 partidos en la élite, ¿le había pasado algo similar alguna otra vez?
No. Nunca. Es la primera vez que me pasó y también la primera vez que le pasó a mi equipo. Yo no estoy acostumbrado a eso. Hay otros compañeros que están más acostumbrados. Y menos en un cara a cara. No fue una cosa de la grada. Fue en el campo.
Imagino que en algún córner o falta, en cualquier otro partido, le habrán dicho muchas cosas. Explíquele a quienes no lo entienden la diferencia entre un “lance de juego” en caliente y “negro de mierda”.
Mira, todos en el campo queremos ganar y a veces nos enfadamos. Cada uno tiene su reacción. En los campos hay insultos y lo que pasa en el campo, se queda en el campo... pero no todo. A mí la gente me insulta, pero nunca se puede hablar del tema racial. No se puede hacer daño por el color de tu piel. Eso no puede entrar en la cabeza de nadie. El fútbol es un juego, pero con el tema racial no se puede jugar, porque hay una historia social detrás. He escuchado decir que son cosas de hombres, que lo que pasa en el campo, se queda ahí… pero no todo. Un hombre tiene que respetar la raza de otro. Eso no podemos pasarlo por alto.
¿Cree que ese tipo de menosprecios que usted denuncia es racismo o entiende que en algunos casos puede ser falta de conciencia social y educación de lo que significa atacar a una persona por su raza?
Son las dos cosas y por eso no se pueden tolerar. Hay racismo en la sociedad y en todos los países. No es un caso de España. Pasa en España, en Inglaterra, en Francia, en todos los lados. Por eso es algo que tenemos que erradicar. La gente tiene que pensarse mejor cuando dice algo, todos somos humanos e iguales. Yo también tengo amigos de todos los colores. Yo a Cala no lo conozco personalmente, no puedo decir que sea racista, no lo conozco, pero hay dicho una palabra racista y por eso tiene que pagar, porque si dejamos pasar esas cosas… no vamos a erradicar jamás el racismo en la sociedad. Insisto, yo a Cala no le conozco y no puedo decir que sea racista. Pero ha dicho una palabra que se tiene que pagar, como debería pagar yo si cometo un error como eso.
¿Entiendo que espera una sanción para Cala?
Claro. Tiene que haberla para dar un ejemplo a la sociedad. Si no hay sanción es como decir que podemos decir lo que queramos y así no vamos a luchar para erradicar el racismo. Se habla mucho de stop racismo, pero se buscan pocas soluciones. Hay que ser duros con esas palabras y errores.
Más allá de que se resuelva este caso, ¿para qué espera que sirva su denuncia y reivindicación?
La gente tiene que saber que no se puede decir todo y sin consecuencias. No es un tema de fútbol ni de escudos. Es mucho más importante que eso, es un tema racial. No podemos hacer diferencias por la raza entre la gente. Espero que la gente que hace la investigación vaya hasta el final. Reitero mis palabras que escuché.