Crisis en el Celta: Luís Campos, gran señalado
La directiva celeste está decepcionada con la mala planificación del portugués y su escasa implicación. Su futuro en Vigo está cuestionado.
El peor arranque liguero en los cien años de historia del Celta ha destapado una profunda crisis en la entidad olívica. Al margen de los numerosos y groseros errores arbitrales, el gran señalado por esta mala situación deportiva es Luís Campos, al que se le cuestiona su mala planificación y su escasa implicación en el proyecto celeste. El secretario técnico de Esposende prioriza sus labores en el PSG, algo que está causando una profunda decepción en los despachos de A Sede.
A pesar de una primera temporada llena de sombras, Marián Mouriño decidió apostar fuerte por Luís Campos en su primer proyecto al frente del Celta, respetando ese segundo año de contrato que tenía el portugués y otorgándole un mayor poder de decisión. Él fue quien convenció a la presidenta de facto para contratar a Rafa Benítez, la mayor apuesta por un entrenador en la historia del club, tanto a nivel económico como contractual, firmando por tres temporadas con unos emolumentos nunca vistos en Balaídos. Sin embargo, el madrileño ha conseguido ganarse la confianza de la directiva con su discurso, al mismo tiempo que Luís Campos ha perdido crédito con el paso de las semanas.
Eso sí, el crédito de Benítez no es ilimitado y en A Sede asumen que dos nuevas derrotas pueden abocarles a una destitución. El propio entrenador madrileño sabe que no tiene un cheque en blanco, tal y como él mismo reconoció en alguna comparecencia de prensa. No obstante, Marián Mouriño entiende que es el hombre adecuado para liderar el proyecto celeste y espera que sea capaz de revertir los resultados para que se convierta en una pieza fundamental para la reestructuración deportiva que se realizará en los próximos meses.
Las continuas ausencias de Luís Campos no gustan nada en Vigo. Sin ir más lejos, el viernes se desplazó a Girona para ver el partido, pero enseguida regresó a Francia, donde hoy se le vio bajar del autobús del PSG junto a Luis Enrique antes del encuentro frente al Brest. En verano priorizó de forma descarada su labor en París, dejando de lado la planificación deportiva del Celta, y ahora continúa con la misma actitud. Su última ocurrencia ha sido iniciar negociaciones con Xeka, un futbolista que lleva varios meses libre y que no juega desde el pasado 7 de enero. En A Sede se preguntan porqué no lo intentó fichar antes y sí se lanza ahora. Teniendo en cuenta que necesitará un tiempo considerable para ponerse en forma y que el mercado de invierno se abre en dos meses, parece un refuerzo negligente. Desde A Sede reconocen que sería algo “difícil de explicar”.
Con Luís Campos desconectado del día a día celeste, esa responsabilidad recae en Juan Carlos Calero, un hombre sin experiencia al más alto nivel y sin la capacidad necesaria para liderar un proyecto de esta envergadura, tal y como reconocen desde A Sede. Su continuidad en Vigo también está en entredicho, pues en el Celta no lo ven preparado para asumir el papel que está desarrollando. Así las cosas, el cuadro vigués tendrá que acudir al mercado en busca de un director deportivo que lidere el proyecto de Marián, ya que Rafa Benítez no está receptivo para ser mánager general.
La reestructuración deportiva que prepara Marián Mouriño empezará por la dirección deportiva y abarcará todos los escalafones, desde la base al primer equipo. En A Sede son conscientes de que es necesaria una profunda remodelación del proyecto, contratando a profesionales más cualificados para gestionar el modelo deportivo en todos los ámbitos, creando un equipo de trabajo que se dedique única y exclusivamente al Celta y realice todas las labores exigibles para convertirse en un club de alto nivel, preparado para dar el salto y crecer futbolísticamente de manera exponencial.
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