“Claro que nos gustaría que el fuera de juego semiautomático esté en Liga”

Ricardo de Burgos Bengoetxea, del País Vasco, y José Luis González González, de Castilla y León, serán los principales árbitros de la final de la Supercopa de España, este domingo a partir de las 20:00 horas (22:00 en Riad) entre Real Madrid y Barcelona. La RFEF organizó una rueda de prensa con ambos para que pudiesen dar sus impresiones antes de este partido de alta intensidad, una ocasión única de escuchar a los árbitros, que no suelen atender a los medios de comunicación.

La primera cuestión fue el fuera de juego semiautomático y lo fino que hila para decidir anular goles, como en la semifinal entre Barcelona y Betis. “Facilita mucho la labor, decide la máquina. Si son dos centímetros, pues dos centímetros”, explicó González González. “Nos gustaría que esté en la Liga, cualquier herramienta que dé justicia nos gusta, nos quita problemas. Es algo objetivo, la aceptación es muy buena. Se ha visto en el Mundial”, añadió De Burgos Bengoetxea.

En lo relativo a las manos, De Burgos defendió cómo está la legislación en este momento: “El criterio está claro, pero no hay dos manos iguales. Tenemos que decidir, si el movimiento es natural. Las directrices están claras, pero luego pasa la jugada y hay que decidir. Nosotros lo tenemos claro. Hay que aplicar las normas y el sentido común. Tuvimos cerca de 1.600 manos el año pasado, siempre las va a haber que generen polémica”.

Sobre lo rígido que es el protocolo del VAR a la hora de que el árbitro de campo pida su opinión a la sala VOR, De Burgos Bengoetxea tiró de pragmatismo: “El protocolo hay que respetarlo. Si no lo hacemos, todo está grabado y me sancionan. Pero la comunicación es constante, aunque sea varias jugadas después a mí me pueden avisar, sobre para tener feeling y saber si no estoy fino”.

“Las críticas son parte del negocio”

“Hay que centrarse en los nuestro, olvidarnos del exterior. Que las jugadas sean blancas o negras, y si hay grises, pues estar a la altura. Nuestro temor es que todo salga bien, que el VAR no tenga que intervenir. Y cuando haya situaciones, que todo esté claro. Que se hable de fútbol. Hay que poner en la balanza qué es aceptable y qué no lo es. Hay que calmar ánimos, tener empatía. Pediré a los capitanes que se dediquen a jugar, eso hace nuestra labor más sencilla. Que sean como son”, explicaron entre ambos sobre lo complicado que puede ser arbitrar un Clásico.

Y finalmente, sobre las críticas que un árbitro puede recibir tras un partido así, De Burgos se lo tomó con filosofía: “El interés suele ser decir por qué he fallado. Si fallo, es porque no lo he visto. Yo llevo 22 años arbitrando, he recibido muchos palos. algunas críticas son dañinas, pero te tienes que quedar con las buenas. No es del agrado de nadie que te saquen un titular y tu cara, sobre todo por mi familia. Pero es parte del negocio. Si son críticas respetuosas, las acepto. Fallamos, como todos, pero hay que normalizar”.