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Ceballos, con el Real Madrid.
Ceballos, con el Real Madrid.Eric AlonsoGetty

REAL MADRID

Ceballos cambia su destino

El utrerano acaba contrato en junio de 2023 con el reto de ganarse una oferta de renovación para, luego, decidir si la acepta o se marcha. Ancelotti es su gran valedor.

De entre los siete jugadores que terminan contrato en 2023 en el vestuario blanco, hay un caso especial: el de Dani Ceballos. El sevillano tenía decidido salir el pasado verano, pero faltaron ofertas de peso por él y la que él esperaba, la del Betis, no llegó por cuestiones económicas, con el equipo verdiblanco pasando apuros hasta el último momento del mercado de fichajes para inscribir a sus futbolistas. Ante esa tesitura, Ceballos eligió apurar su último año en el Madrid, abriendo un melón totalmente nuevo: el de un posible futuro de blanco que ya parecía descartado para él.

Ceballos llegó al Madrid en 2017 a cambio de 16,5 millones de euros desde el Betis, tras desechar varias ofertas de otros equipos, entre ellas una del Barcelona. Su primer curso fue decepcionante, pues apenas tuvo minutos, y tras la marcha de Zidane dedicó palabras al marsellés en los medios que hicieron imposible la coexistencia de ambos en el vestuario cuando Zizou regresó para relevar a Solari, en 2019. Pasó dos años cedido en el Arsenal y la temporada pasada una inoportuna lesión durante los Juegos truncó su traspaso.

Ancelotti lo acogió como uno más de la plantilla y siempre le dio palabras de cariño en público, aunque en la práctica lo utilizó como un jugador residual: jugó 338 minutos. Aunque en el tramo final demostró que veía posibilidades en el de Utrera, otorgándole minutos en todos los partidos de cuartos, semifinales y en la final de la Champions, amén de algunas titularidades en Liga, con el campeonato ya resuelto o a punto de estarlo.

“Ancelotti me pidió disculpas”

“Ceballos no ha jugado los minutos que merecía con sus entrenamientos. Es uno de los pocos que ha tenido menos de los que merecía”, explicaba el propio Ancelotti públicamente. Algo que también hizo en privado con Ceballos, como el propio jugador desveló: “Me dijo que le perdonara porque no había jugado lo que debía jugar, y eso le honra”. En esa tesitura se llegó al verano que acabamos de dejar atrás, en el que Ceballos no encontró el destino que buscaba y en el que Ancelotti se vio con la oportunidad de recuperar al sevillano para la causa blanca. De momento, ya le ha dado 124 minutos y es uno de los cambios recurrentes de Carletto en los tramos finales de partido. Ha participado en ocho de los nueve encuentros oficiales.

Una muestra evidente de que Ancelotti quiere trasladar a Ceballos mucho más cariño del que sintió la pasada temporada. Aunque probablemente no sea suficiente: el utrerano siempre se ha mostrado como un jugador inconformista que quiere ser un habitual del once, si bien también tiene gran confianza en sus posibilidades y aspira a aprovechar los minutos que le caigan para revertir su situación.

De cómo le vaya de aquí hasta junio dependerá la decisión que el Madrid y él mismo deben tomar. El club tiene que decantarse por una oferta de renovación al alza para tentarle para que se quede o por dejarle marchar sin más; y él, por un nuevo destino o por un futuro en el Madrid con el que casi nadie contaba ya para el talentoso centrocampista.