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CELTA 1 - VILLARREAL 1

Aprobados y suspensos del Celta: Carvalhal desarma a Setién

Salvo en el arranque del partido, el entrenador portugués le ganó la partida con sus decisiones al cántabro. Óscar y De la Torre cuajaron su mejor actuación como celestes. Mallo está de vuelta.

Formación inicial del Celta en en el encuentro contra el Villarreal en Balaídos.
RC CELTA

Marchesín: Completó el encuentro sin estrenar su casillero de paradas. En el gol, un remate perfecto de Gerard Moreno, no tuvo nada que hacer. Nervioso e impreciso con los pies.

Hugo Mallo: El capitán está definitivamente de vuelta. Derroche físico, primero en el centro del campo y después como lateral-central. Enchufadísimo en la presión y dando profundidad por la banda. Se incorpora con mucha fe al remate en las acciones de estrategia y la última ocasión del encuentro fue un testerazo suyo.

Mingueza: El público pitó su cambio, pero Carvalhal explicó que tenía una molestia muscular. Se marchó enfadando y la pagó con el banquillo. Mejor en la construcción que en la destrucción.

Aidoo: Sigue a gran nivel. Quizás se equivoca al irse a por Chukwueze en la acción del gol, aunque el control y el ‘zapatazo’ de Moreno fueron tan inesperados que poco se le puede reprochar al ghanés. Abusó en alguna jugada del pase atrás a Marchesín.

Unai Núñez: Confianza. El central vasco no deja de crecer desde la llegada de Carvalhal, en defensa y con el balón. Se le escapa Moreno en el gol gracias a una jugada sublime del delantero. Tuvo el tanto de la victoria en un cabezazo picado que se le marchó fuera por poco.

Javi Galán: Un martillo pilón por la izquierda. Subió la banda una y otra vez durante los 90 minutos. Se llevó una tremenda bronca de Iago Aspas por no buscar centros rasos. Tanto despliegue ofensivo le pasó factura en una acción en el tramo final del partido, en la que Mandi metió un pase a la espalda del lateral y Yéremy Pino desaprovechó una inmejorable situación para dar el pase de la muerte a Moreno.

Beltrán: Otro céltico que se exhibió físicamente. Resulta loable que con todo lo que apretó a los rivales no cometiera ninguna falta. La corpulencia de Capoué, que le tiró un caño ‘a lo Romario’ para entrar en el área celeste, lo único que le incordió en la segunda parte.

Óscar Rodríguez: La sorpresa que introdujo Carvalhal el once cuajó “un partidazo” según el entrenador portugués. Sin duda, la mejor actuación del talaverano desde que llegó a Vigo. Muy dinámico llevando la manija de la medular. Saltó a la presión como no se le había visto vestido de celeste. Lo probó desde la media distancia con un disparo folha seca marca de la casa.

Cervi: No desentonó pese a ser relevado en el descanso. En ataque se lanzó con más verticalidad de la habitual. Le dejó el balón en bandeja a Veiga en una de las grandes ocasiones del Celta en el primer tiempo

Gabri Veiga: Diferencial, otra vez, y pudo serlo mucho más. Desperdició dos oportunidades muy claras en el primer tiempo (una se la saca Reina). Sin acierto en la definición, brilló como pasador. De tacón dejó a Iago Aspas con todo a favor para marcar y filtró un pase perfecto a Larsen en el gol.

Iago Aspas: Más activo que nunca esta temporada y eso es mucho decir. Generó ocho oportunidades, su mejor registro en lo que va de curso. No está fino para resolver el taconazo que recibe de Veiga y perdona lo que casi siempre acaba en el fondo de la portería tratándose del moañés. Es una barbaridad lo que corre con 35 años. Se nota cuando se encarga él de botar los corners.

Luca de la Torre (entró por Cervi): Otro paso adelante de un jugador que Carvalhal ha sacado del ostracismo. Saltó al terreno de juego en la reanudación y como interior izquierdo encontró su sitio en el partido para contribuir al despliegue ofensivo de los locales. Rozó el gol con un remate que intentó colocar en la escuadra. Aun así, le sigue faltando algo más de determinación.

Strand Larsen (entró por Óscar): Su primer gol en la Liga. Definió con la contundencia y la clase del delantero que se espera que sea en un futuro no muy lejano. La amenaza que supone el físico del noruego hundió al Villarreal en su área.

Carles Pérez (entró por Mingueza): Demasiado individualista. Se obcecó en terminar las jugadas. A pesar de no tener su noche, siempre es un incordio para los defensas.

Tapia (entró por Veiga): Acababa de comparecer en el encuentro cuando Aspas le puso un balón en la cabeza. El remate le salió al centro y Reina impidió que el peruano se convirtiera en el héroe local.