Primer día de Tierney en Zubieta

El día parecía elegido a conciencia. Seguro que ha hecho que se haya encontrado como si estuviera en casa. El primer día en Zubieta de Kieran Tierney ha sido pasado por agua. No habrá encontrado mucha diferencia el nuevo jugador de la Real Sociedad entre su Escocia natal y San Sebastián. Mejor, así se aclimata y se adapta antes. Porque en un principio, salvo sorpresa en junio del año que viene, sólo van a poder disfrutar en el club donostiarra de este internacional escocés una temporada. En sus primer día en la oficina, Tierney se ha mostrado retraído, más bien callado aunque sí muy sonriente, muy atento a todo lo que decía Imanol, intenso en cada una de sus acciones, y muy en forma. Es lo que tiene haber hecho la pretemporada completa con el Arsenal y llevar entrenando todo lo que llevamos de temporada, aunque apenas haya participado en los partidos.

El capitán, Mikel Oyarzabal, como no podía ser de otra manera, ha sido quien ha ejercido de primer cicerone de Tierney, que ha salido sólo al terreno de juego del campo principal de Zubieta. Luego también Mikel Merino ha estado junto a él. Y como los aficionados todavía no le ponen cara, porque acaba de llegar, su recibimiento ha sido más bien tímido, como el que le brindan a cualquier otro chaval del filial al que aún no le conocen del todo. Seguro que le han confundido con cualquiera de los potrillos que habitualmente suben a entrenar con el primer equipo. Después del entrenamiento, cuando ya le han reconocido, su cariño ha aumentado y no se han cansado de pedirle autógrafos y fotografías. Porque la primera sesión de Tierney en Zubieta ha sido a puerta abierta. Y la afición realista ha vuelto a responder. Han llenado las gradas en obras del campo principal y no han parado de animar. A pesar de que los jugadores han saltado a ejercitarse con tres cuartos de hora de retraso, al tener antes sesión de video. Ahí han aguantado, con lluvia, viento y frío, con los niños mojándose, nerviosos, por ver a sus ídolos y poder fotografiarse con ellos. Les ha amenizado la espera Aritz Elustondo, lesionado y que ha trabajado al margen, que se ha pasado más de media hora atendiéndoles con una sonrisa imborrable.

Han podido ver los seguidores de la Real que Kieran Tierney está en perfecto estado de revista y que está en disposición de ser convocado, si Imanol Alguacil así lo considera. El escocés está en forma, por lo que puede debutar este sábado en partido oficial con la Real en el Reale Arena contra el Granada, salvo contratiempo a lo largo de la semana. El ex jugador del Arsenal ha salido tímido al césped, se ha puesto en un segundo plano, hasta que Imanol le ha cogido para posar juntos ante los medios. Más tarde ha recibido el habitual pasillo de collejas que hacen sus compañeros el primer día a los nuevos que llegan al equipo realista.

Después, ha enseñado que no hace prisioneros, y que si tiene que rascar en un entrenamiento, lo va a hacer. ¡Que selo pregunten a Mohamed Ali Cho! Una sesión que también ha servido para conocer cómo le llama ya la plantilla realista con sólo un día en el vestuario realista. Le llaman ‘Kiri’ y así se dirigían a él sus compañeros cuando le gritaban para que hiciera un pase o que tuviera cuidado en algún acción del partidillo. Y también ha tenido la oportunidad de conocer cómo se las gasta su nuevo entrenador, Imanol Alguacil, que en mirad de la lluvia, ha parado la sesión para abroncar a sus jugadores por una acción que no le había gustado del partidillo. Para que se vaya acostumbrando. El oriotarra no da nunca tregua.

Roberto Olabe, el Director de Fútbol, ha seguido el primer día de Tierney en Zubieta desde lo alto de la grada, colocado encima de una especie de andamio de obra, junto a su mano derecha, Erik Bretos. Un entrenamiento que, al margen de la novedad del escocés, también ha tenido como novedad la vuelta del canterano Urko González de Zárate, recuperado de su lesión; y que Takefusa Kubo no se ha ejercitado con sus compañeros por precaución, por unas pequeñas molestias musculares que en principio no revisten gravedad.