Preparándose para Mendizorroza
El Racing se entrenó en El Sardinero bajo una gran granizada con la vista puesta en el nevado campo del Alavés que le espera el próximo sábado
Nieve frente a granizo. Frío contra lluvia. Sería difícil aclarar cual de los entrenamientos de hoy ha sido más duro, el del Alavés en medio de una gran nevada en la Ciudad deportiva a 2º de temperatura o la del Racing, en El Sardinero, alternando chaparrones con granizadas de aúpa, calados hasta los huesos a 5º. Cosas del invierno del norte. Y cosas, también, de Luís García Plaza y de José Alberto López, que no han levantado el pie del acelerador. Ambos saben que deben estar preparados para medirse el sábado en Mendizorroza, con una previsión de -2º, viento del norte y probabilidad de nieve, como poco, aguanieve. Fútbol.
El entrenamiento alavesista, como es razonable tras el gran esfuerzo que realizaron anoche contra el Sevilla en la Copa del rey, tuvo mucho de regenerativo para la mayoría de la plantilla, mientras que los racinguistas, que descansaron el domingo y el lunes, han sudado de lo lindo sobre el césped de El Sardinero y, antes, en el gimnasio del estadio. Con la ausencia de Bobadilla y de Sekou Gassama, y con Juergen Elitim todavía trabajando solo con el recuperador intentando superar sus molestias en el cuádriceps, José Alberto ha podido ya ha podido incorporar al grupo a Peque, baja por lesión en los dos últimos partidos. El lateral izquierdo del Rayo Cantabria, Mario García, ha estado un día más trabajando con el primer equipo, lo que permite que en la mayoría de los ejercicios Eneko Satrústegui participe de central zurdo, que es donde mejor le ve el míster, y no de lateral.
El entrenador del Racing está empeñado desde su fichaje, hace poco más de un mes, en darle la vuelta como a un calcetín al estilo de juego del equipo. Con el mismo dibujo de partida, 4-2-3-1, quiere un equipo que intente iniciar el juego desde campo propio, sin llegar al tremendismo ni al toque por el toque, que presione la salida del balón muy a menudo en área rival y que llegue al remate con más jugadores. Todo eso, de lo que ya se ha visto una buena muestra y tres buenos resultados contra Cartagena, Las Palmas y Sporting exige un proceso (sí, proceso, la palabra favorita del anterior técnico) de reajuste mental y de mecanización de los movimientos. De eso van la mayoría de las sesiones. También bajo el granizo.
El técnico ovetense, que no hace sesiones a puerta cerrada, no reparte nunca los petos entre titulares y suplentes, pero sí que respeta casi escrupulosamente el puesto natural de cada jugador en la mayoría de los ejercicios. Con la excepción de Satrústegui, que ensaya más como central, pero también como lateral, igual que Unai Medina por el otro costado, la mayoría de los jugadores automatizan sus movimientos siempre en la misma demarcación. Como excepción, en la sesión de esta mañana, en uno de los tiempos del partidillo, Marco Camus y Yeray Cabanzón intercambiaron sus respectivas bandas.
Para el partido del sábado en Vitoria, salvo imprevisto en los dos entrenamientos que quedan antes de viajar, no parece previsible que el técnico asturiano, después de las magníficas sensaciones y la victoria que dejó el partido contra el Sporting, haga modificaciones en el once titular. Parece tener las ideas claras y tras el golpe en la mesa de su primer once, con la entrada de Germán y Saúl García por Pol Moreno y Satrústegui, apenas ha movido más el árbol que con el relevo en Las Palmas de Sekou Gassama por Matheus y la obligada suplencia en ese partido, por problemas físicos durante la semana, de Íñigo Vicente, que solucionó con Yeray. Sería una sorpresa que en Mendizorroza no empezaran los mismos que lo hicieron frente a los sportinguistas. El equipo, que mañana entrenará en sesión vespertina de nuevo en El Sardinero, no estará solo en Vitoria: ya solo quedan en taquilla 20 de las 916 entradas que envió el Alavés. Hoy saldrán a la venta a partir de 10:00 a 17:00.