“¿Pogba? He visto de todo, sobre todo chantajes…”

“El bueno no soy yo, es Rafaela”. Mino Raiola hablaba así de Rafaela Pimenta, que en este verano ha empezado con operaciones de altísimo nivel: Haaland al City, De Ligt al Bayern, Pogba a la Juve, entre otras. La abogada que heredó la gestión del imperio del agente, esta mañana analizó en ‘Tuttosport’ sus últimos meses: “¿Saben cuál es el secreto de Mino y mío? Que siempre lo pasamos muy bien”.

Raiola: “Fue fantástico trabajar con él. Fueron años maravillosos, en los que cambió la manera de hacer nuestro trabajo, y nos adaptamos. Antes todo se centraba en el mercado, ahora la gestión es a 360 grados: terapias en casa, cocineros, medios, familia...”.

Pogba y su familia: “Lo que le ha pasado no es raro. He visto de todo, sobre todo chantajes, y los futbolistas tienen miedo a denunciar, porque les avergüenza o temen el daño para su imagen. Se callan y viven situaciones de estrés increíbles, y así lo empeoran. Paul hizo lo que tenía que hacer, quizás pudo decírmelo antes, pero lo entiendo. No era fácil. Ahora está contento. Su poder es superar cada dificultad con una fuerza increíble. Hace alguna semana me dijo: “Ya está, no quiero pensar en nada más, solo en mi rodilla. Porque quiero volver a jugar”.

Pogba y la Juve: “Todo surgió cuando Arrivabene y Nedved vinieron a ver el Masters 1000 en Montecarlo. Lo hablamos y Paul en cuanto escuchó la palabra “Juve” apartó todo lo demás. Adora a este club. ¿La lesión? Había decidido no operarse porque esperaba volver antes. La Juve le dejó la libertad de elegir. Pronto estará en el campo para su equipo”.

Ibra: “No sé lo que hará después, sigue pensando como futbolista. Él puede hacer cualquier cosa”.

De Ligt: “No habla mal de la Juve, siempre piensa en lo que le pasa. Hace un análisis de lo que no funcionó en los últimos cursos y lo expresa sin filtros, a su manera”.

Donnarumma: “¿Regresar a Italia? Sé que está de maravilla en París, pero el futuro no lo conoce nadie”.

Gravenberch: “Le comparan con Pogba, pero no son el mismo tipo de jugador. Tiene un enorme talento, ojalá viva una carrera parecida a la suya”.

Redes sociales: “Mino las odiaba, yo no las amo, pero sé que no podemos fingir que no existan. Puede pasar que un entrenador, en una rueda de prensa, haga un razonamiento de tres minutos, algún tonto en Twitter lo saca de contexto con una frase de 15 segundos y ese video llega a la abuela del jugador, que lo pasa a su novia, que llama al jugador antes del partido y le dice: “Mira que el entrenador habla de ti, hay un video”. Nuestro trabajo es evitar esto. Otro defecto es que los jugadores buscan su nombre también diez veces al día, y esto provoca que el algoritmo empieza a ofrecerle contenidos solo sobre este tema. Los futbolistas así creen que todo el mundo piensa en ellos, pero solo están dentro de la burbuja que ellos mismos crearon. Un desastre... Lo bueno de las redes es que le dan voz a los jugadores cuando hace falta. Si sabes utilizarlas con calma e inteligencia, esto es útil”.