Dmitry Piterman se mofa de la Justicia española
La mujer actual del empresario ucraniano cuelga unas fotos en Fairbanks Ranch, San Diego, donde no hay huellas de la hipotética operación de rodilla que alegó para no presentarse en el juicio del pasado lunes.
La vida de Piterman no ha sido sencilla. Nació en Odesa (Ucrania) en el seno de una familia judía. En esos años, el territorio estaba bajo el control de la Unión Soviética y, tras la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, todos sus parientes decidieron emigrar a Estados Unidos. Hecho a sí mismo, se casó con una mujer hindú millonaria, Milanendra Vikramsingh, y se convirtió en atleta de triple salto. En una concentración previa a los Juegos Olímpicos de Barcelona-92, conoció la Costa Brava y se enamoró de ese territorio. Luego no pasó los trials con la selección estadounidense y se quedó sin competir en ese evento.
Años después desembarcó de nuevo en esa comarca y comenzó a invertir en la zona de Palamós, concretamente en apartahoteles. Su afición al fútbol le llevó a Santander, donde compró el 27 % de las acciones del Racing. Pero salió escaldado y desistió en su intención de controlar el club de la capital cántabra. Pero eso sí lo consiguió en Vitoria, donde compró a Gonzalo Antón el 51 % de las del Alavés. Llegó con deuda pero la multiplicó exponencialmente y estuvo a punto de provocar la disolución de la entidad en 2007. Luego regresó a Estados Unidos dejando un agujero de 24 millones de euros.
El lunes comenzó un juicio en la Audiencia Provincial de Álava, que duró tres días, pero Piterman no compareció. Alegó una operación de rodilla prevista para el martes y dejó solo ante el peligro a su segundo, José Nereo. Contra él sí siguió la vista y se le han pedido siete años y 3,1 millones de indemnización (Fiscalía) y nueve y medio con 4,6 millones (Acusación Particular). El juicio está visto para sentencia ahora mismo. Al ucraniano se le ha declarado en rebeldía y hay una orden de búsqueda internacional para traerlo a España, algo harto improbable teniendo nacionalidad estadounidense.
Lejos de mostrar preocupación, su entorno ha subido en las redes sociales fotos de la familia disfrutando en California. Piterman se divorció de su antigua mujer y ha conocido a una nueva que ya le ha dado dos hijos. Los dos viven en San Diego (no en Berkeley -Oakland- en la Bahía de San Francisco como antes) y han estado recientemente en Fairbanks Ranch, un exclusivo recinto vacacional en la Costa Oeste. Se le ve con sus dos vástagos más pequeños y rodeado de lujo y naturaleza. No hay ninguna huella de la posible operación de rodilla aunque es posible que las instantáneas sean más antiguas que su paso por el quirófano. Si es que se ha operado de verdad, claro.
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